Un grupo de espeleólogos accede a una nueva cueva de O Courel de elevado interés geológico

Es una gruta de pequeño tamaño pero peligrosa, porque tiene un acceso muy angosto por el que hay que arrastrarse medio centenar de metros y varios canales de agua activos que pueden generar aluviones
Formación de coladas en la nueva cueva
photo_camera Formación de coladas en la nueva cueva

Los integrantes del club de espeleología Troglobios accedieron a una cueva de O Courel de la que apenas había constancia y que ni siquiera está mapeada. En la incursión pudieron apreciar que se trata de una formación peculiar por su elevado interés geológico, las dificultades de acceso y su belleza.

Está ubicada en la parte central de la montaña courelesa. De ella sabían un vecino y miembros del club Rei Cintolo (Mondoñedo), que ya intentaron entrar hace dos años. Sin embargo, no llegaron a recorrerla por completo porque estaba inundada y tampoco sacaron su topografía.

Así que, con el objetivo de terminar ese trabajo, en primavera Troglobios hizo un primer intento de exploración que acabó abortándose por la gran cantidad de agua que circulaba por los canales de la caverna. Estos días, aprovechando el descenso de caudal de los cauces subterráneos, volvieron a probar y hubo más suerte que en la primera ocasión.


Está formada por rocas calizas del período Devónico, datadas hace 416 millones de años, algo poco corriente en la zona

Después de unos 50 metros iniciales muy tortuosos, que los espeleólogos tuvieron que hacer arrastrándose sin casi espacio para las mochilas, llegaron a un entramado de canales, galerías semiobstruídas y pequeñas salas de gran belleza. No es la cueva más grande de O Courel ni tiene tanta proyección como la inimitable Arcoia, pero puede resultar atractiva para un recorrido de dos horas para aquellos que tengan ciertos conocimientos en geología. Quizá ahí es donde radica su filón, en la cantidad de formaciones que se pueden apreciar.

Guillermo Díaz Aira, biólogo e integrante de Troglobios, explica que una de las primeras curiosidades de la caverna es que está formada por calizas del Devónico (datadas hace 416 millones de años), cuando la mayoría de las cuevas de O Courel son de calizas del Cámbrico (hace 517 millones de años). Esas calizas devónicas albergan numerosos fósiles de animales y crinoideos. Estos últimos son filo equinodermos llamados comúnmente lirios de mar, coliflor o estrellas con plumas, por su apariencia.


En su interior se pueden apreciar formaciones como coladas, incrustaciones de amatista, cristales de calcita, estalactitas y estalagmitas

Además, la cueva tiene una parte más seca, en la que se consolidaron estalactitas y estalagmitas, y otra muy activa, con numerosos conductos por los que circula el agua y que pueden provocar aluviones.

Cuando los canales van más secos se pueden apreciar perlas de caliza (la piedra cristaliza formando pequeñas esferas blanquecinas) y coladas (la roca erosiona de manera caprichosa por el efecto de láminas de agua) de distintas formas con incrustaciones de cristales de calcita, que brillan y embellecen el entorno. Los espeleólogos también dieron con incrustaciones violetas en la roca que podrían ser amatistas, un mineral muy poco común en O Courel.

Con estos elementos, y pese a que la caverna no es muy grande, ya generó expectación entre los amantes de la geología. Los integrantes de Troglobios explican que la entrada en la cueva debe hacerse con los pertinentes permisos y con expertos.

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