El CD Lugo enlazó su cuarta jornada sin ganar, al perder este sábado en la cancha del penúltimo clasificado, un Alavés que logró el tanto de la victoria ya en el descuento.
Los rojiblancos fueron víctimas de un fallo de su defensa en la primera parte y de una falta lanzada de forma espectacular por Serrano en los últimos minutos. Por el medio, Sandaza había dado ánimos a los hombres de Quique Setién, con un gol esperanzador a pocos minutos para el final.
Los tantos locales constituyen un reflejo de lo que fue el partido. Se trató de un choque trabado, plagado de faltas tácticas, en el que el Alavés se presentó como un equipo aguerrido y duro de pelar. A ello se refirió Quique Setién en la rueda de prensa posterior: "Nos encontramos con un equipo aguerrido que luchó hasta el final", dijo. Y el entrenador local, el lucense de Alfoz Mandiá, reconoció que sus jugadores se habían ''dejado el alma".
Ese "dejarse el alma" se vio en el primer tanto, cuando la presión de los atacantes locales provocó que Seoane hiciera una cesión defectuosa, que acabó en los pies de Toti. Combinó con Borja Viguera y marcó el 1-0. Era el minuto 11.
El equipo de Setién no estuvo cómodo y, aunque en la segunda parte mejoró, no logró ver puerta hasta el minuto 83. De ahí hasta el final, el CD Lugo tuvo otras oportunidades, pero una falta en los últimos segundos, bien lanzada por Serrano, dejó los tres puntos en Vitoria. Se repetía, por tanto, el guion del partido contra el Alcorcón.
La próxima semana, el CD Lugo recibe a otro de los últimos, un Hércules que también ganó este sábado. Los rojiblancos dependen de otros resultados en el resto de la jornada para saber si continúan en puestos de promoción de ascenso.
