Un costado desierto

El Lugo tendrá que afinar su olfato en el mercado para incorporar a dos jugadores ofensivos que jueguen por la izquierda. En esa banda no queda ningún especialista en la plantilla

Sergio Gil. AEP
photo_camera Sergio Gil. AEP

 Una zona desierta, sin jugadores sobre los que asentar una base que sí existe en el resto de posiciones. El Lugo cuenta con un proyecto sólido en el vestuario, con 22 futbolistas con contrato y 17 con pasado en anteriores temporadas y que formarán parte de la primera plantilla. Todos ocupan áreas del campo salvo el extremo izquierdo, donde Emilio Viqueira tendrá que afinar su olfato para encontrar, al menos, dos futbolistas con talento ofensivo.

Por lo tanto, el entrenador del Lugo, Javi López, podría comenzar la pretemporada sin ningún especialista en esa zona del campo en su nómina de jugadores.

López -quien suele emplear un 4-2-3-1 con un mediapunta y dos futbolistas de banda- tendría que tirar de algún jugador del Polvorín en caso de que no llegue ningún fichaje o bien adaptar a algún miembro de la actual plantilla.

El último de los extremos zurdos que formaron parte del proyecto de la pasada campaña fue Adriá Carmona

En este último caso estarían Sergio Gil, quien jugó acostado al lado zurdo al final de la temporada pasada con Francisco Rodríguez, aunque más como volante que como extremo; y Campillo. El madrileño cuenta con experiencia en ese puesto en las últimas dos campañas, aunque su posición predilecta es la mediapunta.

En el Lugo se pasó en apenas un mes de tener overbooking a la escasez. Porque todos los que jugaron en la demarcación ofensiva izquierda la temporada pasada salieron del club. Ni Fede Vico, ni Nicolás Albarracín, ni Jaime Romero, ni Adriá Carmona volverán a jugar en el Ángel Carro, al menos la próxima campaña. Ninguno acabó por ser indiscutible para Francisco Rodríguez, que varió de futbolistas en la zona izquierda del ataque lucense.

Vico -quien firmó dos años y otro opcional con el Leganés de Primera División, aunque se marchará cedido al Granada- fue el que más jugó en esa posición. Fueron 35 partidos de Liga los que disputó el centrocampista cordobés, aunque compatibilizó su puesto como jugador pegado a la cal con la mediapunta.

Comenzó como extremo izquierdo en el 4-2-3-1 de Francisco, pero se mudó a jugar por dentro con Campillo al principio y, sobre todo, con la llegada en el mercado de invierno de Jaime Romero. Sin embargo, fue perdiendo protagonismo poco a poco -sobre todo tras conocerse que no seguiría en la plantilla- y acabó las últimas jornadas en el banquillo.

Nicolás Albarracín fue otro de los integrantes en el costado zurdo lucense. Llegado a préstamo desde el Peñarol de Montevideo, el charrúa se colgó el cartel de revulsivo. Jugó 26 encuentros la pasada campaña, pero solo 5 fueron desde el inicio. Albarracín fue uno de los principales asistentes en la primera vuelta, pero acabó en el ostracismo cuando el equipo dio un bajón en los últimos meses de Liga.

Otro de los futbolistas que ocuparon ese lugar en la plantilla pero que no estará en la 2018-2019 es Jaime Romero. Aterrizado en la ciudad amurallada en enero, jugó 18 partidos, de los que 13 fueron como titular, aunque en diversas posiciones. Principalmente en la izquierda, también jugó en la otra banda a pierna cambiada y por dentro cuando el sistema mudó al 5-4-1.

El último de los extremos zurdos que formaron parte del proyecto de la pasada campaña fue Adriá Carmona. Sus problemas de lesiones -musculares y de rodilla- no le dejaron disfrutar de más que unos minutos ante el Rayo Vallecano y, al terminar contrato, no fue renovado por el cuadro rojiblanco y se encuentra sin equipo.

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