Un chelo de vuelta a los orígenes

Iván Siso vuelve para tocar en Lugo con la Luca, orquesta en la que ve un gran proyecto y una oportunidad para demostrar que para la música no hay grandes ni pequeñas ciudades
Iván Siso
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La Luca inicia este jueves en la vieja cárcel los ensayos del concierto con que este domingo abrirá la temporada y uno de los protagonistas de la cita musical será Iván Siso, cellista que inició su formación musical en Vilalba y hoy es profesor en la Universidad Alfonso X el Sabio.

Iván Siso retorna ilusionado a Lugo para tocar con la Luca. "Es un momento muy bonito para volver", dice, a la vez que señala que "la idea es devolver al sitio donde empezamos el aprendizaje que hemos ido forjando fuera de Galicia".

Es joven pero su carrera es ya extensa. Empezó a formarse en Vilalba, después siguió en Xove, donde de la mano de Xan Carballal hizo sus primeras apariciones orquestales. Pasó por la escuela de Altos Estudos Musicais de Galicia y se formó más tarde en el Conservatorio Superior de Música del País Vasco, en el que se graduó en 2013. En 2015 obtuvo el Master in Musical Performance» del Conservatorio della Svizzera Italiana, en Suiza.


La figura del solista impecable se diluye y veo un músico que trabaja en un plano más cercano con el público, dice


Esa trayectoria le da la suficiente experiencia como para ver el proyecto de la Luca no solo como un reto ilusionante, sino también como una iniciativa con perfecto encaje en una ciudad como Lugo. "Hay proyectos como el de la Luca que funcionan muy bien, generan identificación y contacto con los ciudadanos", dice Siso.

Apela al caso de un pequeño pueblo italiano en el que residió y explica que "es un pueblo quizás algo más pequeño que Vilalba, pero la orquesta tiene en cada concierto a 700 o a mil personas haciendo cola para entrar".

Las orquestas como la Luca triunfan en Europa por la identificación del público y "porque no hay sitios grandes ni pequeños para la música", dice Siso. Y refuerza ese argumento recordando la experiencia que él vivió en su infancia con Xan Carballal. "Es un músico que dejó huella en quienes nos formamos con él, pero que también hizo algo tan increíble como que hubiera una orquesta en el norte de Lugo cuando no había aún una sinfónica en Galicia". "Es una prueba de que para hacer música no importa el lugar", remata.

Apela también a una realidad que se va imponiendo: cientos de personas estudian música, miles asisten a conciertos y todo ello ha impulsado una cierta desacralización de la música clásica. "Esa figura del solista impecable se diluye un poco y veo un músico que trabaja en un plano más cercano", dice el joven músico. "La gente disfruta, y por algo será", subraya.

Para él, la Luca es una gran oportunidad para Lugo y cuenta que le encanta poder viajar a Lugo para colaborar con el proyecto. Quiere devolver a Lugo parte de lo que él recibió en sus primeros años de formación. Pero no solo eso. Como profesor en una universidad tan relevante como la Alfonso X el Sabio, dice que para quien da clases de música de cámara es también fundamental estar en activo y tocar con orquestas.

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