Opinión

Un camino para el Breogán

"Si llego a saber lo que es esto no hubiera aceptado la presidencia". Palabras de Jesús Lence, en mayo de 2006, decepcionado y cabizbajo al anunciar su dimisión después del último descenso del Breogán. ¿Por qué vuelve diez años después? Una espina clavada, el amor por el baloncesto, el sentimiento celeste reverdecido después de ver el Pazo lleno en el último playoff... Quizá un poco de todo.

Lence, que actualmente patrocina a Obradoiro y Leyma Coruña, había dado la espalda en los últimos años al Breogán. No es el único empresario que mantiene frías relaciones con la actual directiva. ¿Dónde está Abanca, entidad que incluso extiende sus patrocinios a León? El mando político en el Breogán, de color nacionalista por el acuerdo bipartido en la Diputación, tiene sus pros y contras. Entre los segundos, las relaciones empresariales, difíciles siempre para un político-presidente de club y más, no nos engañemos, si no va en su adn. Entre los primeros, la estabilidad presupuestaria y la eliminación de la deuda. Si no fuera por la gestión de los últimos años a lo peor ahora ya no había ni tan siquiera debate.

La salida de la Diputación dibujó un panorama de incertidumbre. Por poco más de 40.000 euros, el comprador se hace con un club barato de adquirir y caro de mantener. Primero, la entrada de un empresario lucense con empresas en Andalucía se hizo efectiva en las sucesivas ventas de acciones y, después, la sorpresa de la autocartera pareció poner en bandeja la entrada de Manel Sánchez al frente de un grupo de empresarios. Sin embargo, al final fue Jesús Lence, hoy por hoy el principal mecenas del deporte lucense, quien se hizo con una mayoría suficiente como para presidir un heterogéneo consejo de administración.

"Todo apunta a una ilusionante conexión entre Breogán y CD Lugo, algo que socialmente puede resultar espectacular"

Los presupuestos de hoy no son los de 2006. El escaso millón de euros con el que la temporada pasada se estuvo a un paso del ascenso parece hoy, con Lence al mando, más fácil de conseguir e incluso de mejorar, en la búsqueda del ansiado ascenso. Lence además no llega solo. Viene alguien más como respaldo, pero por el momento no aparece. Todo apunta a una ilusionante conexión con el CD Lugo, algo que socialmente puede resultar espectacular.

El retraso en la venta de acciones provocó que el ansiado movimiento no se hiciera antes, cuando aún latía el sentimiento de lo que pudo ser y no fue. Ahora, salvo sorpresa, el año de la ilusión lleva camino de convertirse en el de la transición (ojalá Lis y los suyos me hagan tragarme mis palabras). La llegada de Lence no será antes de abril. Pero, ¿qué es un año entre 50? Al fin, el Breogán parece haber encontrado un camino.

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