Los últimos supervivientes en el mapa municipal gallego

Los alcaldes de Beade, Senén Pousa, y de Quintela de Leirado, José Antonio Pérez, son los únicos regidores de la época franquista

Senén Pousa y José Antonio Pérez. EFE
photo_camera Senén Pousa y José Antonio Pérez. EFE

Tras los primeros comicios locales de la democracia, el 3 de abril de 1979, hay varios municipios que han conocido a un solo alcalde. Pero si se estira más la cuerda y se buscan mandatarios que ya lo eran antes de la muerte de Franco, pues ya solo quedan dos supervivientes; ambos en la provincia de Ourense. Se trata de Senén Pousa, que rige en Beade desde 1974; y de José Antonio Pérez, alcalde de Quintela de Leirado desde 1976. Y si no son tres es porque Manuel Gallego, el alcalde más antiguo de Galicia al gobernar Taboadela desde 1972, decidió no optar a la reelección el domingo.

Senén Pousa busca un legado de al menos 49 años en la primera línea del Ayuntamiento de Beade. Nacido en 1939, gobierna este pequeño municipio de O Ribeiro de forma ininterrumpida desde hace más de 40 años, pero no está cansado, asegura, porque el suyo es un ayuntamiento "fácil de llevar". Tanto, que ni cobra dedicación exclusiva.

"Orgulloso" de su pueblo y del cambio que experimentó bajo su mandato, Pousa saca pecho por su gestión. "Cuando entré no había nada hecho, aparte de senderos. Había que espabilar y empezamos a hacer todas las infraestructuras", relata. Ahora, dice, "tenemos todos los servicios: supermercado, carnicerías, farmacia...".

Conocido por ser admirador de Franco, por tener el tono del Cara al Sol en su móvil y por otras polémicas en el mismo sentido como disfrazarase de caballero templario, una de sus máximas es que él nunca oculta "nada". "Mi idea no me la cambia nadie".

Echando la vista atrás, recuerda sus vivencias de juventud, desde su participación en "todos los campamentos de España" a otras épocas en las que "pasamos hambre", así como la vinculación con la música de una localidad, la suya, donde llegó a haber "dos bandas de música: republicanos y nacionales". Ese, el de la guerra y el franquismo, siempre ha sido un asunto espinoso para él. De hecho, cuando puede toma distancia hacia los críticos con su proceder y, en lo que respecta a la memoria histórica, se resiste a no retirar el nombre de Franco a una de las calles del pueblo. "No vamos a estar siempre con lo mismo", afirma el mandatario del PP.

El aguerrido Senén Pousa no descarta "por primera vez" tras estos comicios locales "echar un poco de tiempo" más en el Ayuntamiento y marcharse luego para su casa, no debido a que esté fatigado, que no es el caso, pero sí porque cree que quizás es demasiado tiempo de legado.

Además, confiesa que no le gusta la política actual. "Tampoco la de mi partido", espeta. "Ahora gusta mucho la foto, pero eso es para algunas cosas, se lo he dicho muchas veces a mi partido y a Mariano Rajoy; dejémonos de tonterías y pongámonos a trabajar, que hay mucha gente que se está marchando del rural".

JOSÉ ANTONIO PÉREZ. En la misma línea que Pousa, el alcalde de Quintela de Leirado, José Antonio Pérez, quien entró en el consistorio "casi por casualidad", como él reconoce, opina que una de las claves de la perdurabilidad es "trabajar por el ayuntamiento y por los vecinos y hacer cosas para que crean en uno". Comenta que en cuatro décadas su localidad ha cambiado totalmente. "De no tener un camino, un alumbrado, abastecimiento, saneamiento, transporte público... hoy tenemos servicios y los vecinos lo agradecen", explica alguien que no se marca una fecha para el retiro.

A las puertas del 26-M, aguarda poder "superar la reválida" y aumentar el porcentaje de votos para tener la mayoría, lo que no parece un problema visto lo visto en 2015: el PP tuvo 6 y el PSOE 1.

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