Opinión

¿Tuya o mía?

Nada nuevo bajo el sol. Estamos en un país de coña, en el del tuya mía, del y tú más, en el de pasarse la pelota unos a otros y en el de que nadie es culpable de los fracasos a la hora de sacudirse marrones, y en el que todos se arrogan los éxitos. El derrumbe del paseo marítimo de Vigo pudo ser una de las catástrofes más sonadas de la historia, pero se saldó con cerca de cuatrocientos heridos, una minucia para quienes deberían de haber asumido servidumbres. La deficiencia fue advertida, y aún así nadie tiene la culpa y todo se resuelve con un cruce de acusaciones. Pero la mayoría absoluta no faculta al señor alcalde de Vigo para escabullirse, recreándose en el interesado apoyo recibido de Pedro Sánchez, cuando su Ayuntamiento otorgó el último permiso para el festival, no se sabe muy bien si después de haber revisado el escenario o de no haberlo hecho, con lo cual la responsabilidad, en uno u otro supuesto, es directa. Si este descalabro no es motivo para que el señor Caballero dimita, ¿qué tiene que pasar para que su gestión quede desacreditada? Se deduce que le importan bastante menos los daños que sufren los afectados que salvar sus privilegios.

Comentarios