La capital lucense es estos días una urbe cosmopolita. La presencia de turistas es visible en las calles del casco histórico. Recibe a visitantes tanto de otras ciudades del resto de España como de otros continentes.
Pese a la amenaza de chubascos, la zona de los vinos era este miércoles un hervidero. Abundaban las parejas con niños desplazadas desde Madrid o Cataluña. En el haber de Lugo está que cada vez atrae a más turismo, en su debe que sigue siendo un destino de paso. Los visitantes solo están uno o, como mucho, dos días.
Un ejemplo de ese aluvión de turistas es el nivel de ocupación de los alojamientos. El Gran Hotel Lugo, el de más capacidad —167 habitaciones—, tiene entre el 92,8 y el 98,8% para las noches de jueves a sábado. También tienen casi lleno otros dos cuatro estrellas, el Méndez Núñez y el Spa Santiago, con 70 y 67 habitaciones, respectivamente. Situación que se repite en A Mariña y Ribeira Sacra. El director de este último hotel lucense, Héctor Castro, cuestionaba que no dispone de planos de la ciudad, pese a que los solicitó al Concello hace un par de semanas.
Los locales podrán cerrar una hora más tarde durante este puente, según informó la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo.
DE VISITA. Verónica Crespo y Javier Ramudo son una pareja de Madrid que este miércoles, a última hora de la mañana se fotografiaba, junto a su hijo de un año y medio de edad, en la Praza de Santa María. Están de ruta por Galicia, con su campamento base en la Ribeira Sacra ourensana. A él le sorprendió "el ritmo tranquilo de la ciudad. La gente no va estresada. El tráfico es pausado. Los comercios respetan el horario de comida y siesta. En Madrid abren a todas horas, es un 24x7". A ella, por una parte, "lo económico que son los aparcamientos y la restauración" y por otra, "la policromía de la bóveda de la catedral. Es un templo más grande de lo que aparenta su fachada". Su agenda incluyó también la muralla y el ninfeo de Santa Eulalia de Bóveda.
Otra pareja madrileña era reincidente. Regresaba a posta a Lugo, tras el buen recuerdo que le quedó de dos visitas anteriores. Iván Sánchez aprecia que el patrimonio cultural está "cuidado y limpio". También le atrae la gastronomía. "Podemos arriesgar sin miedo a quedar instisfechos", dijo.
Junto a la muralla y la catedral, los turistas hacen un alto, cámara en mano, ante la tienda de artesanía de la Rúa Bo Xesús en la que se asoman brujas a los balcones.
Desde otra ciudad con pasado romano, Tarraco, viajó una pareja con sus dos hijos. Cataluña, tras Madrid, es uno de los principales puntos de origen de los turistas. Hicieron un alto en Ribadeo, para visitar la playa de As Catedrais, y después se desplazaron a la capital lucense, por primera vez. Lugo ha sido una de las paradas obligadas en su "ruta exprés" de una semana por las cuatro provincias gallegas. A Germán Megía le llamó la atención, para bien, que la muralla romana de la antigua Lucus Augusti, a diferencia de su homóloga de Tarragona, "rodea todo el casco histórico".
Lugo también es el destino de turistas extranjeros, como José Silva, un jubilado de Sao Paulo (Brasil). Su esposa está haciendo sola el Camino de Santiago y él aprovecha mientras tanto para visitar las ciudades próximas. "La muralla es impresionante. No me esperaba que fuera tan imponente. Está muy bien conservada", dijo.
"La muralla es impresionante. No me esperaba que fuera tan imponente. Está muy bien conservada. Me gusta la ciudad, la catedral y caminar por la Praza Maior. Es una pena que no esté el sol. Iré a comer a un restaurante recomendado en la Guía Repsol. El año que viene recorreré el Camino de Santiago con mi esposa, que este año prefirió hacerlo sola desde Sarria".
Verónica Castro, turista de Madrid
"Me sorprendieron las pinturas de la catedral, la policromía de su bóveda. Es un templo más grande de lo que aparenta su fachada. Me sorprendió también lo económico que son los aparcamientos y la restauración. Es la primera vez que visitamos Lugo. Una amiga de aquí nos convenció para venir. Ya traemos recomendaciones de sitios para comer".
Germán Megía, turista de Tarragona
"En Tarragona también tenemos una muralla romana, pero no rodea todo el casco histórico como la de aquí. Me ha llamado más la atención de lo que esperaba por lo que conocía por televisión e internet. Hacemos una parada en Lugo para una visita rápida, dentro de una ruta exprés por Galicia. Es la primera vez. Siempre nos habíamos quedado en Asturias. Son muchas horas en coche".
