PRIMERO ocurrió con la playa de As Catedrais y ahora existe el peligro de que pase lo mismo en O Fuciño do Porco. La avalancha de turistas, que en principio es una excelente noticia para A Mariña y la provincia de Lugo, corre el riesgo de transformarse en un problema si no se toman las medidas adecuadas para evitar daños en el entorno. Estos días alertan de ello varios lectores de este diario, preocupados por lo sucedido en Semana Santa —cuando se tuvo que habilitar una dirección única en el famoso enclave de O Vicedo ante la masiva afluencia de gente— y tras tener noticia de que se hará una nueva zona de aparcamiento ante la previsión de futuras aglomeraciones. Algo parecido podría ocurrir en la Ribeira Sacra —si al final es Bien Mundial— o en O Courel, reconocido como geoparque. Sería un error renunciar al turismo, fuente de riqueza. Pero también lo sería no priorizar la protección y preservación de nuestras joyas naturales.
¿Es la fragata el problema?
Aunque ahora se pongan los ojos en la fragata Méndez Núñez, ¿acaso el verdadero problema no es Donald Trump y su facilidad para meterse en lío tras lío y elevar la tensión internacional?
