El tren gana viajeros pese al déficit de la vía y de los servicios

Los usuarios aumentan en las estaciones de Lugo y de Sarria y se mantienen en Monforte. En general, hay más llegadas que salidas

El tren volvió a ganar viajeros en la provincia de Lugo el año pasado, a pesar de los déficits que tienen tanto la vía como los servicios que se ofrecen, con pocas frecuencias, tiempos de recorrido largos y horarios poco adecuados a las necesidades de muchos usuarios, reales o potenciales.

El año pasado, por las tres principales estaciones de la provincia (Lugo, Sarria y Monforte) pasaron 261.488 viajeros, entre los que se subieron (115.367) y los que se bajaron (146.121). En total fueron 7.531 más que en 2017 (un 2,8% más). La subida es aún mayor (del 22%) si se compara con 2016, cuando las tres terminales sumaron 214.083 viajeros (17.341 menos que el año pasado), según los datos aportados por el sindicato ferroviario CGT.

En 2016 se produjeron varias mejoras que probablemente explican la ganancia de viajeros, aunque el incremento continuó en los años posteriores. En febrero de 2016, el tiempo de viaje entre Lugo y Madrid se redujo en casi media hora al entrar en servicio un nuevo tramo de línea de Ave, entre Zamora y Olmedo, que permitió elevar la velocidad de los trenes a 250 kilómetros por hora. La vía está preparada para 350.

Aunque probablemente tuvo mayor incidencia el aumento de servicios que se produjo en abril de ese año, cuando se duplicaron las frecuencias entre Lugo y Ourense, lo que no solo dio más posibilidades de viaje entre ambas ciudades y las localidades intermedias donde hay parada, sino también para desplazarse a Madrid, ya que desde la ciudad de As Burgas hay muchos más servicios y más competitivos porque algunos trenes hacen el recorrido en poco más de cuatro horas y media.

El año pasado, de las tres principales estaciones de la provincia, Sarria fue la que experimentó un mayor crecimiento de usuarios. El 80% son de bajada, fundamentalmente de peregrinos que inician el camino a Santiago en esta localidad, ya que está a poco más de 100 kilómetros y permite obtener la compostelana. Los viajeros de llegada aumentaron un 7% en 2017, pero, aunque representan menos, el crecimiento de los viajeros de salida fue mayor, del 10%. La explicación puede estar en ese aumento de servicios a Ourense y a Madrid.

MONFORTE. La estación en la que se suben y se bajan más viajeros es Monforte (128.589 en 2017), pero comparativamente es la que peor evolución tiene ya que a duras penas se mantiene. El año pasado el número de personas que se subieron al tren bajó un 0,39%, hasta 64.068, mientras que las llegadas crecieron un 0,31%. Un total de 64.521 personas se bajaron del ferrocarril en la ciudad del Cabe.

El comportamiento de la estación de Lugo es algo mejor, pero sin tirar cohetes. El año pasado el total de viajeros que la usaron fue de 78.616, un 4,75% más que en 2017, según CGT. Aumentan tanto el número de llegadas como el de salidas, pero más estas (un 4,87% ).

Los datos reflejan que, a poco que se mejoran los servicios, los usuarios aumentan. Lo hacen en una provincia que pierde población y con trenes que tienen aún muchos déficits, desde la lentitud en algunos tramos (más que por las máquinas por las condiciones de la vía), a la falta de condiciones de algunos de ellos (el tren hotel a Madrid no es accesible, por ejemplo) y de confortabilidad, como la ausencia de wifi, que permita trabajar o aprovechar el tiempo de viaje para ocio. A veces faltan hasta plazas, como llegó a reconocer Renfe en el tren nocturno a Madrid.

Comentarios