Opinión

Trágala podemita

DEL POLÉMICO nombramiento de la fiscal general del Estado ya se ha dicho de todo, poco bueno. Conociendo al personaje, tampoco debiera sorprender la decisión de Sánchez, muy a lo suyo. Pablo Iglesias, entre altas dosis de casta, cinismo y cobardía, lo apuntala para dar la sensación de que no hay fisuras, pero no consigue disimular el trágala de Podemos. Por eso prefiere que no le invoquen lo dicho no hace tanto sobre la señora Delgado: "Alguien que se reúne de manera afable con un personaje (se refería a Villarejo) de la basura de las cloacas de Interior en nuestro país, debe alejarse de la vida política porque hace daño a la mayoría que protagonizó la moción de censura". Ahora, por interés personal y conyugal, da la vuelta al calcetín, cuando todo empeoró para la higiene democrática de la Fiscalía. Da igual que un histórico podemita, quizá medio descarriado, reconociese que "nos la han colado, pero esto no ha hecho más que empezar, le daremos la vuelta". ¿Cómo? Tiralle do aire. Mal empezamos esquivando decencias y engullendo humillaciones. Ya se sabe que la Fiscalía es un órgano jerarquizado, pero aun así, para contrarrestarlo debería imponerse una actitud firme de los profesionales, que de no hacerlo serán cómplices del nocivo vasallaje a Sánchez.

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