Un traficante pillado con heroína y armas acepta 30 meses de cárcel

Su abogado pide que no vaya a prisión ya que sigue un tratamiento para dejar las drogas

Un traficante pillado en la capital lucense con heroína y armas aceptó una condena de dos años y medio de cárcel. El hombre confesó su culpa en la Audiencia Provincial y su letrado solicitó que le suspendan la pena para que no tenga que ingresar en prisión, ya que actualmente sigue con éxito un tratamiento de deshabituación a las drogas, en Cruz Roja, y está realizando un curso de capacitación laboral. El tribunal acordó decidir sobre ese aspecto cuando ejecute la sentencia.

El arresto de este lucense, con iniciales J.V.R., se produjo el 25 de enero de 2016. La Policía Nacional llevaba meses siguiéndole la pista, al sospechar que se dedicaba al tráfico de drogas en la zona norte de la ciudad, por Albeiros y Garabolos. Ese día, los agentes lo abordaron en la vía pública, cerca de su casa, y le requisaron 11 gramos de heroína, por lo que procedieron a su arresto.

Posteriormente, y tras solicitar la autorización del juez, los agentes registraron minuciosamente la vivienda del acusado y encontraron alrededor de 20 gramos de heroína y medio kilo de cannabis.

Según quedó recogido en el escrito de acusación de la Fiscalía, las sustancias incautadas tendrían en el mercado negro un valor total de 12.734 euros. El juzgado de Instrucción número 1 de Lugo dictó un auto el 2 de agosto de 2016 autorizando la destrucción de toda la droga requisada.

Cuando se llevó a cabo el registro, el acusado compartía domicilio con otras dos personas -un hombre y una mujer- que también fueron arrestadas, aunque finalmente no fueron acusados.

Además, los investigadores hallaron en la casa una pistola semiautomática Taurus, modelo PT-51, recamarada para cartuchos del calibre 6,35 y provista de dos cargadores. También tenía en su poder 85 cartuchos y un cinturón con otros 17 cartuchos troquelados. Los policías se incautaron también de 4.745 euros, que procedían supuestamente del tráfico ilícito de estupefacientes.

El hombre fue acusado de un delito contra la salud pública del artículo 368 del Código Penal y otro delito de tenencia ilícita de armas del artículo 564.1, ya que no estaba en posesión de ningún tipo de licencia o permiso para tener en su poder una pistola, que se encontraba en perfecto estado de funcionamiento.

El ministerio fiscal solicitó inicialmente para J.V.R. una condena total de siete años de cárcel: cinco años por el delito tráfico de drogas y dos años por la tenencia ilícita de armas, así como una multa de 38.203 euros.

El juicio por este caso se iba a celebrar este martes por la mañana en la Audiencia, pero finalmente no fue necesario, ya que el acusado reconoció los hechos y llegó a un acuerdo con la fiscalía.

El ministerio fiscal le reconoció al acusado la atenuante de drogadicción y rebajó su petición de condena a dos años y medio de cárcel: un año y medio por tráfico de estupefacientes y seis meses por tenencia ilícita de armas.