La plantilla del Lugo sigue en la ciudad con un plan para mantener la forma física

«Es una situación que no había pasado nunca», dice Iriome, confinado como el resto de compañeros a causa del coronavirus
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photo_camera Iriome se ejercita en su casa

Entre cuatro paredes, alejados del césped, de la pelota, sin trabajar todos juntos, sin charlas técnicas, ni rondos, ni partidillos a medio campo. Sin tocar O Ceao o el Ángel Carro, aunque los tengan cerca y alguno lo vea con nostalgia. La plantilla del Lugo se mantiene al completo en la ciudad, confinada en sus domicilios, sin haber abandonado la muralla romana, a la espera de un retorno a la normalidad incierto.

«Es novedoso para nosotros. Es una situación en la que, al menos yo, no había estado nunca. Tratamos de llevarlo con la mayor normalidad posible», afirma uno de los capitanes, Iriome González.

«Esta situación es una sorpresa para todos, no solo como futbolistas o deportistas; como personas nunca vivimos algo similar y es muy llamativo», explicó Marcelo Djaló a los medios del club.

Los futbolistas trabajan en sus domicilios para mantener el mejor tono físico posible, con un plan específico ideado por los preparadores físicos del equipo. «Nos han preparado un trabajo de confinamiento y tratamos de llevarlo bien. Se trata de perder lo menos posible en cuanto al aspecto físico y estar lo mejor posible para cuando volvamos a nuestra rutina habitual», asegura Iriome.

Cada uno de los futbolistas trabaja con los medios que tiene a su alcance para realizar los distintos ejercicios del plan físico. La entrega de unas bicicletas estáticas por parte del Club Fluvial fueron una ayuda para los jugadores.

«Estando en casa estás muy limitado y la bicicleta te ayuda un montón. Si además te gusta la bici, como es mi caso, aún ayuda más a llevar esto lo mejor posible. Si al final haces el mismo ejercicio una y otra vez todos los días acabaremos más que aburridos. Con la bici puedes salir de esos ejercicios que te mandan y llevarlo mejor», considera el tinerfeño. «En casa tengo un fitball, una cinta para hacer trabajo de glúteos, que era lo que nos pedían desde el club. Con eso, la bici y trabajo sobre tu propio peso podemos aguantar esto», añade.

Aquí trabajamos todos. Cada uno a su manera, hasta los peques

«Nosotros no tenemos las mansiones con gimnasio o sala de máquinas como pueden tener los jugadores de los grandes clubs del mundo a los que vemos en las redes sociales cuando cuelgan sus entrenamientos», dice Djaló, quien recalca que: «lo importante es seguir a rajatabla lo que nos han pedido y yo me arreglo con el salón de mi casa y el material que nos ha proporcionado el club para mantenerme en forma».

Iriome involucra a su familia en el trabajo físico para pasar las horas de la mejor forma. «Aquí trabajamos todos. Cada uno a su manera, hasta los peques. Lo ven como una forma para jugar y pasar el rato. Mi mujer también aprovecha la bici... Al final tenemos demasiado tiempo en casa y siempre viene bien sudar un poco y hacer algo de ejercicio».

Tanto Iriome como Djaló indican que siguen la dieta marcada por la nutricionista del club. «Nuestra nutricionista nos elaboró un plan nutricional acorde a la situación en la que estamos y es de agradecer», declara Iriome. «En esto el club ha hecho un trabajo enorme para que nosotros estemos bien y nuestro rendimiento cuando volvamos sea el mejor posible», apostilla.

El futbolista canario no sabe cuándo regresará el equipo. «Tengo muchas dudas. A ver si con el paso del tiempo nos pueden ir diciendo cómo será el tramo final de la Liga y qué va a pasar».

«No sé cuál sería la mejor solución, sinceramente. Si buscas la solución por un lado se llena de inconvenientes por otro. Prefiero pensar en que tenemos a profesionales para buscar la mejor solución. Lo que yo quiero que pase es lo que sea necesario para que se salve el Lugo, con eso sería perfecto», declara Iriome.

Una apuesta en Twitter para tocar el himno del Lugo
El propio Iriome lanzó un reto a través de su cuenta de Twitter para tocar el himno del Lugo junto con un amigo músico. «Es un reto con un amiguete mío de Almería que incluso ha venido al Ángel Carro y ha ido a ver partidos del equipo en otros campos. 
Tenía un grupo de música y, hablando con él, porque ahora teníamos más tiempo, comentamos que por cuántos me gustas a un tweet mío cantaría y tocaría el himno del Lugo. El me dijo que 5.000 y se pasó un poco. Pero ha habido unas renegociaciones y con 2.500 podría valer», bromeó Iriome, quien podría tocar el piano en la interpretación si se llega a la cantidad pactada. 
Tiempo de ocio 
Iriome intenta pasar el tiempo que debe estar confinado en casa y en el que no realiza trabajo físico de la mejor forma posible, con la play station y la compañía de su familia. «Hacemos de todo un poco. Tenía la play un poco aparcada por los niños, pero ahora la he vuelto a coger. Está la tele... Aunque con los niños es difícil que te aburras, porque juegas con ellos, haces algo o estás pendiente de ellos. A ver si pasa todo rápido, aunque yo por ahora lo estoy llevando bien», reveló el futbolista del Lugo.

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