Continúan las movilizaciones por el futuro de la planta de Alcoa en San Cibrao, tan solo un día después de la carrera simbólica en la que más de 500 personas realizaron 1.591 kilómetros para unir fuerzas ante los planes de la empresa de despedir a más de medio millar de personas. Este martes los trabajadores llevaron a las puertas de la factoría su calvario, que representaron con su propia crucifixión en una cruz por la que fueron pasando varios empleados.
En un acto en el que recordaron que 'A Mariña está en loita', los trabajadores también llevaron a la cruz un muñeco con la cara del presidente de Alcoa España, Álvaro Dorado, mientras gritaban "Álvaro Dorado, primero tú al paro" o "No estamos todos, falta Maroto".
El comité de empresa de Alcoa San Cibrao ha pedido a la dirección de la multinacional que prolongue durante un mes, como mínimo, el período de consultas del Ere que podría dejar en la calle a más de 500 trabajadores de la planta de aluminio primario.
De hecho, la reunión que iba a celebrarse en Lugo entre la representación de los trabajadores y la dirección de la multinacional ha quedado aplazada precisamente por la situación de emergencia sanitaria decretada en A Mariña a causa del brote de coronavirus.
Por otra parte, el comité reconoce que necesita más tiempo para analizar la documentación que le ha remitido la dirección de Alcoa, "dada la cantidad de información que la empresa nos ha trasladado y la que todavía le queda por enviar", precisa la representación de los trabajadores en un comunicado.
Asimismo, en relación con el futuro de la fábrica, el comité señala que "la única prioridad sobre la que trabajan" los representantes de la plantilla es evitar a toda costa la paralización de las cubas de electrolisis, conscientes de que eso sería certificar la defunción del centro de trabajo. De hecho, el comité avisa de que esa es "una línea roja" que bajo ningún concepto se puede traspasar.
