Toca economía de guerra

La necesidad de acometer inversiones en el Ángel Carro obliga al Lugo a apostar por la fórmula de las cesiones en la plantilla y rastrear otros mercados, como la Segunda División B

Aburjania avanza con el balón ante Nahuel durante un Lugo-Deportivo. XESÚS PONTE
photo_camera Aburjania avanza con el balón ante Nahuel durante un Lugo-Deportivo. XESÚS PONTE

El Club Deportivo Lugo tendrá que vivir un mercado de fichajes que estará fuertemente condicionado por la obligación de realizar importantes inversiones como la reforma en la grada sur y los cambios en la iluminación del estadio Ángel Carro, unos costes que llegarían a los dos millones de euros, y sobre los que el club lucense guarda todavía silencio sobre cómo llevará a cabo las mismas, los costes o los planes previstos como una hipotética grada provisional en el fondo sur.

Esa inversión va a suponer que el conjunto rojiblanco tenga como prioridad la posibilidad de conseguir cesiones de otros clubes y mirar la posibilidad de conseguir ingresos con el traspaso de algunos futbolistas. Ese es el caso de Kike Pérez, un jugador que estaba cedido en el Valladolid B y sobre el que la entidad castellana comunicó este viernes que ejercerá la opción de compra, por lo que el Lugo recibirá cerca de 100.000 euros.

Hay que recordar que la entidad que preside Tino Saqués dijo también esta semana que no ejercería la opción de compra sobre ninguno de los jugadores que tuvo cedidos en la temporada que acaba de terminar, pero curiosamente el Lugo se plantea la posibilidad de volver a contar con alguno de ellos renovando la fórmula de cesión. Ahí están los casos de dos jugadores como Giorgi Aburjania y José Carlos Lazo. El club está muy contento con su rendimiento pero no quiere o no puede asumir el pago de esa opción de compra. Lo que intenta es convencer al Sevilla y al Getafe para que puedan cedérselos de nuevo. La situación no parece sencilla porque ambos tienen otras novias en el mercado, especialmente Lazo.

También el club, concretamente su presidente, Tino Saqués, aseguró la pasada campaña, durante una intervención en un programa de la Radio Galega, que la entidad rojiblanca iba a prestarle un notable interés y seguimiento al mercado de Segunda División B y también a jugadores que pudieran interesar en el fútbol portugués. Así, la entidad rojiblanca tendrá que apretarse el cinturón y avivar el ingenio más que nunca, con muy poco margen para la equivocación.

Prioridades: mandan la reforma de la grada sur y la iluminación
Una de las cuestiones que tendrá que resolver el Lugo es la venta de abonos para la grada sur y también lo que pueden afectar las obras por la nueva iluminación a diferentes zonas del campo. Si se hace una grada fija, todo apunta a que no se llegaría a tiempo para el inicio de la Liga (18 de agosto). El aforo del estadio quedaría limitado a seis mil aficionados y se podría reubicar a aquellos socios de la grada sur, pero nunca superar los seis mil abonos vendidos.

El club rojiblanco tampoco se ha pronunciado todavía sobre su intención ni si incluso intentaría la fórmula de una grada móvil o provisional.

 

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