El temporal cubre montes y destapa playas

En A Pontenova fue necesario limpiar de nieve la carretera hacia A Fonsagrada y varios arenales sufrieron arrastres por el fuerte oleaje 
Os altos do Xistral cubertos. DV
photo_camera Os altos do Xistral cubertos. DV

Transitable pero con precaución era la recomendación de este domingo sobre la red viaria, en especial en puntos altos de la A-8 como O Fiouco, además de en A Gañidoira o la Cruz da Cancela. En algunos otros como el pueblo pontenovés de Barreiros, camino de A Fonsagrada, la situación seguía más seria. Por la mañana, efectivos de Protección Civil y de la brigada de obras del Concello de A Pontenova tuvieron que desplazarse hasta allí y a Fontangordo para despejar de nieve la vía.

El gélido viento arrastró de noche la nieve hasta la calzada y se formaron peligrosas  placas de hielo. Las carreteras de montaña en otra sierra, la de O Xistral, también siguen bajo la nevada y muchas pistas que conducen a los parques eólicos están bajo un espeso manto. En la estación meteorológica del Penedo do Galo, en Viveiro, llegaron a registrar rachas de viento de hasta 88,3 kilómetros por hora y en puntos de menos altitud como Borreiros la protagonista fue la lluvia.

El invierno continúa en la comarca, afectando también al litoral pues, aunque ayer amainó el temporal, el intenso oleaje de estas semanas está dejando al descubierto la base de muchas dunas y grandes extensiones de playas que se han quedado sin arena.

Ocurre en la de Area, en el interior de la ría de Viveiro, donde el sistema dunar sigue retrocediendo y el mar ha socavado uno de los extremos del arenal, dejando numerosas rocas al descubierto allí donde no era habitual estos años, ya que por lo general era la parte más cercana a la Insua y el área de restos arqueológicos romanos los que más sufrían las embestidas invernales del mar.

En otras playas como la de San Román en O Vicedo, el oleaje también cambia, año a año la fisonomía de las dunas. Estas semanas han continuado los derrumbes y alguno de los habituales accesos con escaleras está prácticamente derruido en la base, mientras que también comienzan a verse en otras partes lo que parecen estructuras de antiguas edificaciones o defensas.

La combinación de mareas vivas y temporal fue el causante de estos destrozos, llegando a mover piedras de gran peso. El oleaje también alcanzó en días pasados las pasarelas recién reparadas con maderas nuevas, en la desembocadura de los regatos.

Para esta semana el tiempo mejora, especialmente en el mar pues tras los fuertes vientos del nordeste, hoy y mañana se calmarán y soplarán de forma variable. En el interior, las temperaturas mínimas serán bajas, incluso junto al mar. Si este domingo había siete grados en As Catedrais, para hoy y mañana bajarán hasta los tres. Y en Lourenzá o Mondoñedo, todavía bajarán un grado más.

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