La valla que cierra el colegio de As Gándaras está en un estado preocupante y entre las familias ha saltado la alarma, sobre todo, por un tramo del cierre que está casi en el aire.
El muro está dañado en la zona donde juegan los más pequeños y la valla está prácticamente en el aire. Los padres creen que hay una situación de clara inseguridad, pero temen que en cuanto empiecen los temporales el cierre se pueda venir abajo con el viento. El temor es que la valla se desplome sobre los niños, lo que provocaría una catástrofe.
Los padres denunciaron el problema al Ayuntamiento, pero la situación no se ha corregido para el inicio del curso y la inquietud sigue creciendo.
El Ayuntamiento, en tanto, informó este jueves de que el concejal de educación, Manuel Núñez, y técnicos de ese departamento ya visitaron el colegio para comprobar las deficiencias. El gobierno local indicó que se está elaborando actualmente una propuesta de gasto para poder abordar la reparación, "que está en tramitación", señaló.
Aunque el temor principal se centra en el estado de la valla del centro, las familias con niños escolarizados en el colegio se quejan también del estado del patio en el que juegan los pequeños. Aunque el centro había advertido al Ayuntamiento de la necesidad de hacer mejoras en ese espacio de juego, el curso ha comenzado sin que se reparen los pavimentos, se ponga arena o tan siquiera se retiren hierbas, se quejan.
