La corrección de los defectos detectados en la ejecución de la obra de reforma de la calle Diego Pazos de Sarria -donde habrá que levantar una acera y parte de la otra, entre otros trabajos- tendrá un coste superior a los 200.000 euros, según informó ayer el PP. El dato supone más del doble con respecto a la previsión inicial del grupo de gobierno, que lo cifraba en unos 80.000 euros.
Por ello, los populares anuncian que el próximo lunes pedirán por escrito en el Ayuntamiento tener acceso a la memoria valorada del nuevo proyecto para conocer las obras necesarias y los pormenores del coste, que sospechan podría estar relacionado con problemas en el saneamiento.
Por su parte, la alcaldesa, Pilar López, reconoció que existe un aumento en el presupuesto estimado para la obra, pero no concretó la cantidad ni a qué se debe porque, según dijo, tendrá que estudiar con detalle el proyecto.
Para financiar estos trabajos, el gobierno había reservado una partida de 100.000 euros del plan único de la Diputación correspondiente a este año, la cual ya era superior a lo que preveía para dejar margen para imprevistos.
Sobre cómo afrontar el resto, la regidora señaló que quedan fondos de la baja en la adjudicación de la obra -salió a licitación en 305.500 euros y fue contratada en 242.000 euros- y que el Concello espera cobrar los 25.000 euros que le reclama a la empresa por trabajos que considera defectuosos.
Para el PP, un coste de más de 200.000 euros conllevará un gran retraso en los plazos de la obra porque "non hai diñeiro". Culpó de ello "ao desastre na xestión e a falta de planificación do goberno, que deixa unha hipoteca".
Las obras en la céntrica calle Diego Pazos fueron paradas y se iniciaron los trámites para resolver el contrato con la empresa tras detectarse defectos en la construcción, como el hecho de que las aceras vierten hacia las casas.
REAPERTURA. Esta semana, la vía reabrió al tráfico de forma provisional tras más de siete meses cerrada y a la espera de ejecutar los nuevos trabajos que subsanen los fallos y que acaban de ser plasmados en un proyecto entregado en el Concello. Se calcula que esta nueva actuación supondrá un plazo de ejecución de tres a cuatro meses.
La circulación en la calle está de momento limitada a 30 kilómetros por hora y se instalaron bandas reductoras de la velocidad.
