Julia Varela, escritora y reportera

"Soy madre y con la maternidad no me he realizado como mujer"

La pontevedresa Julia Varela cuenta en su primera novela, '¿Por qué me pido un gin tonic si no me gusta?', los dilemas de una treintañera y las aventuras de una reportera de televisión
Julia Varela. IGNACIO YRIZAR
photo_camera Julia Varela. IGNACIO YRIZAR

Una reportera urbanita es enviada al rural de media España. Su pareja quiere ser padre, ella no. Tiene treinta y altos y se cuestiona el mundo que la rodea. Julia Varela explica esto, la trama de su libro '¿Por qué me pido un gin tonic si no me gusta?', como quien comenta Eurovisión: con rapidez y voz enérgica. Además de comentarista de este festival, viajó con 'Comando actualidad' y ahora dirige 'A partir de hoy' en TVE.

Lleva muchos años de reportera, ¿por qué quiso hacer ficción?

Me apetecía hacerla para reflejar las vivencias de esta edad, los 30 y muchos, y porque en mi trabajo de reportera, como en el magazine de La1, los reportajes que emiten tienen muy poco de lo que vives. Quería volcar en el libro eso que queda en el tintero. Lo que prima es la información, pero los ambientes, las historias de la gente.... fueron lo que utilicé en este libro.

El rural juega una parte muy importante en el libro. ¿Usó sus años que pasó en Chantada durante la infancia?

Mi padre es de un pueblo muy pequeño de Lugo que se llama A Barrela, pero pasó gran parte de su vida en Chantada. Puede que haya algo, pero no mucho. En realidad no es un alter ego mío. Se parece, pero también se distancia bastante. En algunos aspectos me gusta más que yo, más descarada y atrevida.

La protagonista se cuestiona ciertos postureos como la moda de los gin tonics, la masa madre...

Vivimos en una cultura de la imagen y la pose. El título del libro tiene que ver con eso, una anécdota sobre el postureo de pedir la bebida de moda sin tener claro que te guste. Pueden ser cosas má simples como ir a clases de crossfit o hacer brunch, pero hay otros que tienen más relevancia, como plantearte tener hijos a una determinada edad porque la sociedad te lo pide.

Y el peso de las redes sociales...

El tema de las redes nos hace vivir en una burbuja muy lejana de la realidad. En un 'Comando actualidad' sobre la felicidad un señor me contaba que sus alumnos se frustraban si en una publicación de Instagram no tenían más de 50 likes. Eso me da un poco de miedo, es vivir en una irrealidad.

¿Es dejarse llevar por la presión social?

Es como cuando vives en Madrid, empiezas a usar el metro y ves que la gente corre mucho. Al final, como si fuesemos zombies, tú también corres aunque no tengas prisa. Nos dejamos llevar sin pensar.

En el pueblo hay más autenticidad, las personas tienen una mirada más cristalina

En el libro hay una mirada del rural desde lo urbano.

Yo soy de pueblo, entonces hay un poco de reivindicación por la España vaciada, por las aldeas en las que estaba mi padre en su infancia y ahora no ladra ni un perro. Vivimos super estresados en un porcentaje pequeño de territorio y el resto está abandonado. También porque hay más autenticidad, las personas que me encuentro allí tienen una mirada diferente, más cristalina. También en los pueblos hay postureo, pero me transmite más credibilidad.

También habla de la moda de la vuelta al campo.

Hay capítulos en los que critico esa pose de la vuelta al campo, el nuevo rural, gente que se va al campo pero no a la realidad de la vida rural. Se van con una pedazo casa, el iPhone, el huerto ecológico...

Y entre todo esto, el tema de la maternidad es transversal.

Es una edad en la que te lo planteas, antes parecía que la edad biológica iba con el ritmo social. Ahora puedes llegar a los 30 y tantos y no tener trabajo estable, formas de conciliación... en el libro planteo todas las opciones sobre esto, las que quieren ser madres y las que no.

¿Estas últimas aún están castigadas socialmente?

Hay estigma, mucha gente no puede entender que no quieras cuando biológicamente estás destinada al fin reproductivo. Yo soy madre y no me he realizado como mujer con la maternidad, lo vivo como una experiencia más.

¿Haría un libro sobre su experiencia como comentarista de Eurovisión?

¡Es una de las cosas que he pensado mucho! Necesito tiempo, pero lo tengo en mente. A lo largo de estos años he conocido personas muy curiosas. El festival tiene un punto muy extravagante.

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