Sotavento, 18 años de educación energética

El programa divulgativo del parque eólico experimental de Xermade llega a su mayoría de edad con una media de 15.000 visitas al año y cientos de lecciones aprendidas sobre renovables

 

Primera visita de escolares a Sotavento en 2001. EP
photo_camera Primera visita de escolares a Sotavento en 2001. EP

El Quijote y Sancho Panza saludan al visitante y advierten del espíritu de un parque eólico experimental, con algo de soñador, que lleva 18 años invitando a luchar contra gigantes y el cambio climático. Impulsó las energías renovables cuando apenas nadie hablaba de ellas y, sobre todo, concienció.

El programa de divulgación de Sotavento, que abrió un año antes, se estrenó con una actividad de prueba un día como hoy, un 6 de noviembre, pero de 2001, y los conejillos de indias fueron alumnos del Ceip Monseivane de Vilalba.

Ahora, cuando el programa ya alcanza la mayoría de edad, más de la mitad de los centros educativos de Galicia ya han pasado por sus instalaciones y gran parte de ellos incluyen Sotavento dentro de su programa educativo.

Una media de 15.000 personas al año -40 personas al día- recorren un lugar que esconde todos los secretos de la energía. Porque una visita a Sotavento es mucho más que una visita. El objetivo es que cada uno de los que pasan por allí comprenda lo que está viendo y se conciencie de la necesidad de actuar para conseguir un planeta más limpio.

Manuel Díaz: "A aceptación do público é boísima, pero a educación é cada vez menos valorada"

"Estaban para inaugurar un parque eólico na Serra da Carba e cando viñeron ao colexio para propoñernos a visita pareceunos unha boa idea, fomos os primeiros", dice Tarsicia García, que era la directora del centro. Recuerda "unha xornada moi chamativa, informativa e formativa, con obradoiros e xogos cos que os nenos estiveron moi contentos".

"O proxecto púxose en marcha en base a probas reais", rememora echando la vista atrás Manuel Díaz, el encargado del proyecto divulgativo y el responsable de Eolo Galicia SL, la empresa que lo impulsa. La primera prueba fue en noviembre, la segunda, también con alumnos del Monseivane, en diciembre, y a partir de ahí las actividades nunca frenaron.

"O balance é moi positivo, pero un pouco agridoce. A aceptación do público é boísima, o contido é fundamental a todos os niveis, a enerxía é importantísima para a calidade de vida das persoas pero tamén a nivel económico e ambiental", dice el responsable de divulgación del parque experimental, que reconoce que la mayor dificultad es conseguir apoyos porque la "educación, sobre todo a non formal, é cada vez menos valorada tanto a nivel social como económico".

Habla de Sotavento como esa instalación sin puertas donde todo se puede ver y que es capaz de convertir lo invisible en algo casi palpable. Uno puede ascender por un eólico y conocer sus tripas o acceder a la vivienda bioclimática, uno de los grandes éxitos, para aprender de ahorro energético sobre la marcha, apagando luces, probando electrodomésticos o calculando lo que podemos ganar apagando el "stand by" de los aparatos.

David Fernández: "Empezamos de la nada y ahora las plazas se cubren en horas, algo se debe de hacer bien"

ACTIVIDADES. En ese pequeño rincón de Xermade se puede ver, oler, sentir e incluso respirar cómo funcionan las fuentes de energía, a través de pequeños gestos como el icónico café solar, que lanza una idea visual y práctica de como el sol puede calentar la cafetera, o todo tipo de propuestas técnicas.

Con los más pequeños funcionan muy bien los talleres de fabricación de cometas, veletas o anemómetros, y para los mayores se programan actividades de valoración con juegos tipo Trivial, el clásico de siempre que ahora se estrena en digital, o el Pasapalabra, buscando siempre un aprendizaje lúdico.

"Traballamos con ensaio e error. Fixéronse probas en colexios e centos de actividades e outras iniciativas, como achegar a enerxía a educación infantil, xa se instauraron", dice, en referencia a la colaboración con la Escuela Infantil de Vilalba, que se repite desde hace años.

"O máis satisfactorio deste traballo é ver nas universidades a eses rapaces e rapazas que pasaron por aquí no 2001 e aos que lles espertamos o amor polo medio ambiente e as renovables", valora Manuel Díaz, mientras habla de la importancia de cada granito de arena para cambiar el mundo.

Tarsicia García: "Fomos os primeiros en visitar Sotavento e pareceunos unha xornada chamativa e formativa"

A lo largo de 2019 pasaron por Sotavento 8.400 personas, con una media de 700 visitantes al mes, y para este curso académico la demanda volvió a superar todas las expectativas, cerrando todas las fechas disponibles en poco más de dos horas, y ya hay una lista de espera de más de 80 centros.

"Empezamos casi de la nada y teniéndonos que buscar la vida, yendo por los colegios... y ahora nos llaman ellos y se cubren las plazas en horas. Esa evolución demuestra que algo se debe de estar haciendo bien", dice David Fernández, otro de los educadores que llevan en Sotavento desde los inicios y que destaca otro de los logros: que la gente aplique en sus casas lo que aprenden allí.

Sotavento se hace mayor de edad, pero su proyecto sigue igual de joven. Para visitar el parque es necesario concertar cita a través del 981.56.37.77.

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