Sólo dos sillas de ruedas lograron subir a la muralla

Los vecinos de la ciudad de Lugo comprobaron esta mañana lo difícil que es para los discapacitados acceder por sí mismos a la Muralla romana, un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.Gracias a una actividad organizada por el colectivo Auxilia, veinticinco personas intentaron subir al adarve en silla de ruedas a través de la única rampa que existe actualmente, en la Praza de Pío XII, pero a pesar de muchos esfuerzos, sólo dos lo consiguieron.

El portavoz de este colectivo, Aquilino González, considera la demostración de hoy es un prueba más de que la Muralla de Lugo "no es accesible para los discapacitados físicos que tienen que desplazarse en sillas de ruedas", porque la rampa de la Praza de Pío XII es, más que una ayuda, un obstáculo insalvable para la mayoría de las personas con problemas de movilidad.

Una de las personas que lo intentó, una joven vecina de Lugo, reconoció que la citada rampa "como acceso para los discapacitados está fatal". De hecho, explicó que "la silla de ruedas se te va para un lado y para otro, lo que hace que sea prácticamente imposible avanzar". Además, dijo que, al menos en su caso, "había dos personas pendientes" de su seguridad, porque de lo contrario ni siquiera hubiera subido unos metros.

Otro participante subrayaba el peligro que tendría que afrontar un discapacitado para acceder al adarve de la Muralla sin ayuda, porque "corre el riesgo de que la silla de ruedas se desplace contra el muro o que derrape y lo tire al suelo". A su juicio, esta actividad "está muy bien pensada para que la gente se conciencie y tenga presente las dificultades que tienen que afrontar estas personas para hacer algo tan cotidiano para los demás".

Esta actividad, que se prolongó durante dos horas -entre las doce del mediodía y las dos de la tarde- se enmarcaba dentro del programa de la exposición "Solidarízate", que organiza la Fundación Caixa Galicia, y llevaba por título "Muralla accesible, sí ou non?".

Auxilia recuerda que el pasado 27 de abril le envió un escrito, acompañado de más de 12.500 firmas, al Conselleiro de Cultura, Roberto Varela, en el que le pedía que adoptase las medidas necesarias para hacer este monumento "plenamente accesible" a las personas con discapacidad. Sin embargo, transcurridos más de dos meses, este colectivo todavía no ha obtenido respuesta por parte de la Xunta de Galicia.

Para conseguir la plena accesibilidad de la Muralla, esta asociación propone únicamente dos actuaciones: la construcción de una rampa de acceso en la zona de la Tinería, cuando finalicen las excavaciones arqueológicas que está realizando la propia Consellería de Cultura, y la instalación de un ascensor en la parte Este del monumento, a la altura de los jardines del Pazo de San Marcos -sede de la Diputación de Lugo-.

Según Aquilino González, bastaría con que los partidos que actualmente ostentan puestos de responsabilidad en las distintas instituciones públicas, como el Ayuntamiento, la Diputación Provincial o la Xunta de Galicia, "cumpliesen sus propios compromisos, las promesas que tantas veces realizaron", para que la Muralla de Lugo fuese realmente "un monumento accesible a las personas con discapacidad".

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