La soledad del comercio vilalbés

Los negocios del centro de la villa muestran su malestar por la supresión de aparcamientos y el traslado de puestos de la feria a otro punto de la localidad
Cartel de protesta en la entrada de un emblemático comercio de la Rúa da Pravia. M.ROCA
photo_camera Cartel de protesta en la entrada de un emblemático comercio de la Rúa da Pravia. M.ROCA

'Solos estamos, solos nos quedamos' es el llamativo lema que aparece, junto un lazo negro, en un cartel que cualquier viandante o visitante se puede encontrar en cerca de un centenar de escaparates y puertas de establecimientos comerciales del casco histórico y la conocida como 'General' -Rúa da Pravia y Rúa Galicia- de Vilalba. Para sus propietarios, es la manera de mostrar su descontento y su preocupación por varias medidas que está llevando a cabo el Concello, como el cambio de ubicación de puestos en la feria y el feirón o la supresión de zonas de aparcamiento en el centro.

Esta última es la queja más generalizada, ya que mientras en la zona de la Praza de Santa María se muestran contrarios a la iniciativa del gobierno municipal de peatonalizar la zona, en las dos calles principales de la localidad el problema que apuntan es la colocación de jardineras para ampliar las terrazas de locales de hostelería, reduciendo la zona donde aparcar.

"Si no tenemos aparcamiento, la gente se va a otro pueblo a comprar. Vilalba vive de las parroquias, de gente que viene en coche, mucha de ella mayor, a la que hay que dar facilidades", apuntan los comerciantes del casco antiguo.

El proyecto de peatonalización de la Praza de Santa María y la instalación de jardineras en las calles principales para ampliar terrazas preocupan un sector que vive de las parroquias

Piden que, de llevarse a cabo la peatonalización en Santa María, se habiliten primero otras opciones para que haya también zonas de aparcamiento en el centro. "Peatonalizar es algo que hay que mirar mucho y no quitar el aparcamiento de golpe. Este no es un pueblo de turismo, sino de servicios. Si se muere el comercio, se muere el pueblo", insisten.

Por parte de los comerciantes de las calles principales, explican que la peatonalización ocasional de la Rúa da Pravia -en San Ramón y fin de año- les supuso esos días una importante bajada en las ventas y lo ven como una prueba de lo que pasaría si se siguen reduciendo las zonas para estacionar.

En el caso de los negocios del casco histórico, también reclaman que se dinamice la zona bajando al centro de nuevo los mercados semanales y aumentando los puestos los días de feria, porque el cambio de varios de los que había en las plazas Santa María, Coronel Pena e incluso todos los de la Constitución para la zona del campo de la feria hace que la afluencia de gente en el centro sea mucho menor.

"Se llevaron los animales (conejos, gallinas...) para arriba por normativa, porque no pueden estar junto a puestos de alimentación, y dijeron que bajarían estos para el casco antiguo y no fue así. Nos sentimos engañados", aseguran.

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