El sol animó la jornada dominical

Las calles del ferial de San Froilán estuvieron llenas de visitantes

Un concurrido Domingo das Mozas. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un concurrido Domingo das Mozas. VICTORIA RODRÍGUEZ

Lugo vivió un Domingo das Mozas de lo más tranquilo. El día, soleado pero fresco, transcurrió sin incidencias reseñables pero con las habituales imágenes que deja el San Froilán en una cita señalada como la que tuvo lugar este domingo.

Las calles del ferial volvieron a registrar un altísimo número de visitas durante todo el día. Multitud de familias y grupos de amigos se pasearon durante toda la jornada por las barracas, los puestos de tómbola y los stands de venta instalados en las calles adyacentes al parque Rosalía de Castro. Ayudó que no lloviera, una amenaza que estuvo presente durante el día anterior y que pudo deslucir alguna de las actividades previstas durante la jornada dominical.

Otra de las imágenes habituales que deja siempre el Domingo das Mozas es la ingente cantidad de coches aparcados, de manera improvisada, a lo largo y ancho del centro de la ciudad. Muchos conductores estacionaron sus vehículos en aceras o en lugares recónditos. Todo vale en una jornada festiva en la que la ciudad recibe a una multitud de visitantes venidos de cualquier punto de la provincia y del resto de ciudades gallegas.

Como no podía ser de otra manera, muchos de estos visitantes optaron por el plato tradicional de estas fiestas. Por ello, las casetas de pulpo no descansaron ni un minuto durante todo el día. Las largas colas fueron la estampa más común durante toda la jornada, un hecho que obligó a los restaurantes a ofrecer comidas más allá de las cinco de la tarde. El pulpo, como cada año, arrasa entre los lucenses y los turistas que llegan a la ciudad durante sus fiestas patronales.

ARTESANÍA Y MÚSICA. El Parque volvió a ser el lugar de reunión de la asociación Corazóns Artesáns. Como en el día anterior, varios de sus miembros se instalaron en un lateral del parque para enseñar las técnicas de cestería a todos aquellos que se acercaron a interesarse. Curiosos de todas las edades elaboraron utensilios tradicionales y disfrutaron con esta actividad al aire libre que se alargó hasta última hora de la tarde.

La Praza de Soidade vivió una sesión vermú que corrió a cargo del grupo Lacón con Grelos y que reunió a muchos vecinos de la zona. Por la noche, la Banda Gaudí puso la música en la verbena que tuvo lugar en la Praza Maior y que sirvió para cerrar una jornada que también contó con conciertos de la Agrupación Musical do Rosal y de la Banda de Sober por todo el centro histórico.

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