Tres socias crean en Támoga una casa comunitaria para personas mayores

Avime Fogar, que prevé abrir en octubre tras seis años de proyecto, ofertará doce plazas

Teresa, Marisa y Montse, ante la futura casa comunitaria Avime Fogar. C. PÉREZ
photo_camera Teresa, Marisa y Montse, ante la futura casa comunitaria Avime Fogar. C. PÉREZ

Tres emprendedoras afincadas en Lugo impulsan el proyecto Avime Fogar, una casa comunitaria para personas mayores en la parroquia cospeitesa de Támoga, que prevé abrir sus puertas el próximo mes de octubre.

Montse González, responsable desde hace casi una década de la empresa de ayuda a domicilio Avime, ha unido fuerzas con dos antiguas empleadas y compañeras, Teresa Díaz y Marisa Ansoar, ambas con una larga trayectoria en el sector, para darle forma a este proyecto de atención a personas mayores. Su objetivo es ofrecer un trato "familiar e personalizado" a sus futuros usuarios, en una antigua casa de aldea completamente rehabilitada, localizada enfrente de la iglesia parroquial.

La iniciativa surgía hace ya seis años, pero los trámites y pasos que han tenido que dar han ido demorando lo que está a punto de convertirse en realidad. Ninguna tenía relación previa con Támoga, pero su entorno rural, su proximidad a Lugo y la disponibilidad de la casa y la finca —el terreno tiene casi 2.000 metros cuadrados—, propiedad de un amigo que además asumió la rehabilitación, las hizo decantarse por ella.

Pese a no tener que preocuparse por la restauración, aseguran que sus gastos rondan ya los 40.000 euros, pues sí deben costear toda la equipación de la vivienda para poder ponerla en funcionamiento como casa comuntaria.

"Hai demanda para este tipo de servizos", explican las promotoras, que ya han recibido alguna consulta —se puede solicitar más información llamando al 637.83.65.83— interesándose por su proyecto.

La casa comunitaria Avime Fogar ofertará un total de doce plazas de residencia y para prestarle atención a los usuarios contarán con una plantilla de cinco personas, en las que se incluyen ellas mismas. Además, prevén contar con el respaldo de personal externo si es necesario para las sesiones de fisioterapia o para la realización de diversas actividades diarias y talleres, excursiones o juegos.

"Queremos ofrecer un servizo de calidade, para que os nosos usuarios se sintan coma se estivesen na súa casa", aseguran las promotoras de Avime Fogar, adelantando que también serán muy flexibles con el horario de visita de los familiares.

Instalaciones
Dos habitaciones dobles y cinco individuales

 
Avime Fogar dispone de siete habitaciones, dos de ellas individuales y cinco dobles, distribuidas entre las dos plantas de la antigua vivienda, en la que se ha habilitado un ascensor para facilitar el acceso.

Bajo y piso
En la planta baja, ampliada en unos 90 metros cuadrados con la construcción de un inmueble aledaño, hay tres dormitorios, baño, oficina, cocina, despensa y comedor. El primer piso se reparte entre las cuatro habitaciones restantes, un baño y lavandería.

Alpendre y finca
En el exterior se ha restaurado un antiguo alpendre, en cuya entrada hay un horno —quieren cocer pan—, que se usará como comedor o salón de actos. La finca que rodea el edificio se aprovechará para tener una huerta, un invernadero e incluso animales.

 

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