Hace 2 años que Manolo Seguín dejó atrás Lugo por motivos personales. Después de 30 años al frente de la Cervecería Cancún, ubicada en la Ronda das Fontiñas, este empresario vasco regresó a su tierra natal para continuar con la tradición hostelera familiar y abrir el cafébar Zurea en Bilbao. Después de gozar de dos buenas temporadas a la orilla de la ría, el estado de alarma obligó a cerrar todos los establecientos. Y el cerrojo del suyo podría seguir todavía puesto hasta finales de junio.
¿Cuál es la situación de su local de hostelería en Bilbao?
Tengo un local en la zona del parque de Etxebarría, donde hacemos degustaciones de café durante el año. Seguramente tendré que permanecer cerrado hasta el 30 de junio, no te compensa abrir. Luego tengo que arreglar el tema de los Ertes para ver qué soluciones tomamos y abrir el establecimiento, pero es lo que menos me importa en estos momentos. Lo fundamental es ayudar en todo lo que pueda a mi madre.
¿Y el resto de la hostelería de la ciudad?
La situación es la misma. Todo cerrado y alguno abrirá la semana que viene si declaran la fase 2. Los locales de hostelería del casco viejo están todos con la persiana bajada. Una situación muy mala.
Se contagió por Covid-19 en Bilbao. ¿Cómo se encuentra en estos momentos?
Ya lo superé, estoy bien, aunque tengo los anticuerpos del Covid19. Perdí a mi padre por el virus y ahora lo que más me importa es cuidar de mi madre. Mis hermanas me ayudan mucho en su cuidado.
¿Extraña Lugo?
Llevo a Lugo en el corazón. Mis dos hijos viven allí y además soy un enamorado de la ciudad, de su gente y de sus costumbres. Estaba encantado en Lugo, pero por circunstancias de la vida tuve que regresar a Bilbao. Vuelvo a Lugo cada vez que tengo ocasión.