La siniestralidad laboral ha experimentado en los últimos años un considerable repunte en la provincia lucense, donde entre enero y junio de este año se contabilizaron un total de 1.745 accidentes, lo que significa que cada mes se producen de media en Lugo cerca de 300 siniestros.
Estas cifras suponen un incremento con respecto a los años previos, ya que en 2018 se registraron una media de 282 accidentes laborales al mes (3.394 en todo el año), mientras que en 2017 fueron 257 (3.088 anuales) y en 2016 se contabilizaron 248 mensuales (2.978 en todo el ejercicio).
Aun así, a pesar de este repunte, las cifras relativas a la siniestralidad laboral han mejorado en la última década, ya que según las estadísticas del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, en el año 2009 se habían registrado en Lugo 4.101 accidentes de trabajo, 341 al mes.
La mayoría de los lucenses que sufren un accidente en su puesto de trabajo sufren lesiones de carácter leve. De hecho, en el primer semestre del año, de los 1.745 accidentes contabilizados, 1.700 fueron leves y 38 tuvieron consecuencias graves.
FALLECIDOS. Este dato, sin embargo, no le resta importancia a la problemática de los accidentes laborales, que se cobraron más de cien vidas en Lugo en la última década.
Los accidentes de trabajo se cobraron más de cien vidas en la provincia de Lugo en la última década. El pasado año murieron 12 personas
Solo en el primer semestre de este año fallecieron en la provincia lucense siete personas; en 2018 murieron 12; en 2017 hubo 8 accidentes mortales; en 2016, 17; en 2015, cinco; en 2014, 11; en 2013, seis; en 1012, 12; en 2011, 10; en 2010, un total de 13, y en 2009 perdieron la vida 18 trabajadores.
El aumento de los accidentes mortales y graves registrado el pasado año se produjo también a nivel autonómico. En Galicia murieron en 2018 un total de 50 trabajadores, un 16,28% más que el año anterior.
Uno de los últimos lucenses que pasó a engrosar la lista negra de la siniestralidad laboral falleció el pasado mes de mayo, cuando se encontraba en su puesto de trabajo en Tableros Hispanos. Una deflagación en uno de los silos de la fábrica, sita en Nadela, acabó con su vida de forma dramática y dejó herido de gravedad a su compañero, que sufrió quemaduras de tercer grado en el 60% de su cuerpo y tuvo que ser trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña.
Este incidente conmocionó a toda la ciudad y avivó el eterno debate sobre la seguridad en los puestos de trabajo, que continúa candente.
DESPLAZAMIENTOS. Los siniestros laborales se producen por lo general mientras el afectado se encuentra en su puesto de trabajo, pero también se registran accidentes durante el desplazamiento desde el domicilio hasta el lugar de trabajo, y viceversa.
Entre enero y junio de este año hubo 125 siniestros in itinere, es decir, en el trayecto del domicilio al trabajo. Solo uno fue grave
Estos últimos se denominan accidentes in itinere –normalmente son accidentes de tráfico, en carretera o en cualquier otro medio de transporte– y se incluyen en las cifras oficiales de siniestralidad laboral, ya que el afectado tiene una cobertura a la contingencia exactamente igual que si hubiera ocurrido mientras desarrollaba su trabajo.
Entre enero y junio del presente año, de los 1.745 accidentes contabilizados en la provincia, un total de 125 se produjeron en el viaje de ida o vuelta. Y el año pasado, de los 3.394 siniestros, 281 fueron in itínere, una cifra nada desdeñable.
En los últimos tres años, los accidentes en el trayecto del domicilio al puesto de trabajo no dejaron fallecidos en Lugo. Pero echando la vista atrás, las estadísticas del Ministerio de Trabajo revelan que en la última década perdieron la vida diez personas a consecuencia de la siniestralidad laboral in itinere.
De viaje o trabajando, 119 fallecidos en una década, 791 heridos graves y 32.689 heridos leves desde el año 2009 –hasta el pasado 31 de julio– da la medida de una problemática que prueba la necesidad de prevención.
Nuevas propuestas
Los sindicatos dicen que no es suficiente con realizar un curso de prevención de riesgos, sino que los empresarios tendrían que ver la prevención como una inversión y no como un gasto. Exigen además que la Fiscalía actúe y trate como delitos graves contra las personas los accidentes laborales.
