Opinión

Sin lógica ni visión de mar

TENÍA INTENCIÓN de transmitirles mi tristeza ante el proceder de quien dice representar el interés de sus electores y defender el bienestar y tranquilidad de la gente. Pensaba hacerlo pero como lo ocurrido este martes en Barcelona fue suficientemente explícito, les hablaré de una preocupación más cercana que debiera resolverse ya en nuestro ámbito europeo. Me refiero a las tensiones por el empleo de distintos tipos de artes de pesca, si es que algunas pueden considerarse arte. ¿Por qué unas volantas sí y otras no? ¿Qué avales científicos asisten a unos pescadores de arrastre y señalan a otros dentro del mismo caladero? ¿Por qué Europa premia la sostenibilidad de capturar bonitos uno a uno y permite la nocturnidad de los pelágicos? Es probable que los tripulantes de la costa africana estén pensando lo mismo al ver en el horizonte los grandes buques factoría pero quienes podemos expresarlo no debemos mirar para otro lado sobre el escaso futuro de nuestros recursos marinos. Unos violentando ecosistemas -en Holanda incluso utilizan la pesca eléctrica para atontar y levantar peces que luego van al copo- y otros mendigando cuotas tras aceptar que el trasmallo era inviable.

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