La seguridad de todo Lugo queda muchas noches en manos de solo diez patrullas

El descenso de la plantilla de la Guardia Civil se une a una organización territorial anticuada ► Solo cuatro de los 52 puestos abren las 24 horas y pueden sacar patrullas en los tres turnos
Una patrulla de la Guardia Civil de noche. ARCHIVO
photo_camera Una patrulla de la Guardia Civil de noche. ARCHIVO

La provincia de Lugo ha sido en las últimas semanas víctima de una oleada de robos con fuerza en casas, establecimientos comerciales y naves industriales y ganaderas. Todo apunta a que se trata de una combinación casual de delincuentes: los asaltos de los delincuentes locales habituales han coincidido con la acción de una o varias bandas itinerantes, un fenómeno que se repite cada vez con más frecuencia en la provincia que las estadísticas sitúan entre las más seguras de España. 

Cuarteles de la Guardia CivilSin embargo, muchas veces se trata de una seguridad subjetiva, ya que la situación real es muy diferente: la Guardia Civil tiene serios problemas para mantener patrullas activas las 24 horas, y muchas noches solo diez vehículos de Seguridad Ciudadana se tienen que hacer cargo de un territorio con 67 ayuntamientos, una de las poblaciones más dispersas de España, la mayor red de carreteras comarcales del país y 330.000 personas distribuidas en 9.856 kilómetros cuadrados. 

La razón, según la información recogida por este diario entre los propios efectivos de la Guardia Civil (la Comandancia de Lugo rechazó participar en esta información alegando que no tenía autorización de la Dirección General), es doble: por un lado, el imparable descenso de efectivos de la Benemérita en la provincia durante los últimos años y, por otro, una organización ineficaz que sigue anclada en el siglo XIX. 

Respecto a la primera causa, la dirección de la Guardia Civil marca un catálogo de 1.034 agentes. En la actualidad, la plantilla oficial la componen 989, pero esa cifra incluye los guardias en prácticas, los comisionados, el personal de oficinas y los agentes en reserva activa. Del total, solo unos 360 están realmente disponibles para Seguridad Ciudadana y aún menos para patrullar, ya que los mandos no suelen salir a la calle. 

Esa cifra tan baja se combina con el segundo de los problemas para completar el oscuro paisaje de la seguridad en la provincia: la Guardia Civil tiene cuarteles en 52 de los 67 ayuntamientos de Lugo, pero solo cuatro tienen medios humanos suficientes para abrir las 24 horas (Ribadeo, Burela, Monforte y Vilalba) y ninguno puede permitirse por sí solo tener al menos una patrulla en la calle en los tres turnos. 

Muchas noches una sola patrulla de Seguridad Ciudadana tiene que cubrir el territorio desde Rábade a Negueira de Muñiz

Eso implica que en muchos municipios, la presencia de la Guardia Civil es meramente testimonial porque, de facto, los puestos ni siquiera están abiertos de manera continuada. La inmensa mayoría solo abre en horario de mañana y muchos de ellos solo tres días a la semana, con la complicación añadida de que a veces la falta de personal impide cumplir siquiera ese horario, por lo que los vecinos tienen que acabar llamando al 062 para obtener la información o el servicio que necesitan. 

ORGANIZACIÓN OBSOLETA. La clave, según las fuentes consultadas, hay que buscarla en una organización heredada del siglo XIX, cuando se creó el cuerpo y la situación era otra. Ahora, la Guardia Civil tiene dividida la provincia en cuatro compañías (Lugo, Vilalba, Monforte y Burela), que a su vez integran tres núcleos cada una y estos, a su vez, varios concellos. De todos esos núcleos, los que consiguen sacar una patrulla diaria son los menos, por lo que los tres núcleos de cada compañía han de organizarse para poder tener agentes en la calle. 

Esta situación se agrava durante las noches, justo cuando más delitos y problemas suele haber. La aspiración es que cada núcleo tenga al menos un coche en la carretera por las noches, lo que implica que solo doce patrullas se hacen cargo de la seguridad de toda la provincia. Pero es que ni siquiera es así, porque hay muchas noches que algunos núcleos se quedan sin gente suficiente y son diez patrullas las disponibles. 

Un ejemplo: el núcleo de Lugo es uno de los tres (junto a Monterroso y Baralla) que componen la primera compañía, y engloba los cuarteles de Lugo, Rábade, Castroverde y A Fonsagrada, más Baleira, O Corgo y Negueira de Muñiz, que no tienen puesto; la inmensa mayoría de las noches, solo un vehículo de Seguridad Ciudadana está disponible para todo ese territorio, desde Rábade a Negueira de Muñiz. Hace un par de fines de semana, un conductor parado en un control de alcoholemia acabó fuera de sí, y fue detenido; hasta allí se desplazó la única patrulla que había para todo el núcleo, que luego tuvo que llevar al detenido al calabozo y completar el atestado; no acabó hasta las cinco de la mañana, y hasta entonces todo el territorio incluido en el núcleo de Lugo estuvo sin vigilancia. 

La conclusión asumida entre los agentes se resume en un "poco se roba en Lugo para lo que se podría" 

A FONSAGRADA. Es fácil imaginarse lo que puede pasar si el problema surge, por ejemplo, en A Fonsagrada en una noche de invierno: en el mejor de los casos, los agentes no llegarían hasta allí hasta hora y media o dos horas después. Pues esta situación se repite núcleo por núcleo. 

Hay que tener en cuenta, además, que Seguridad Ciudadana no solo se ocupa de esas actuaciones, sino de todas. Eso supone, por ejemplo, que esa patrulla solitaria en la noche debe vigilar también las órdenes de protección y alejamiento de las víctimas de violencia machista de su demarcación, algunas de ellas incluso con vigilancia domiciliaria. Hay núcleos con la protección de una treintena de víctimas a su cargo. 

"POCO SE ROBA". En estas circunstancias, la conclusión asumida entre los agentes (y también por algunos mandos que evitan decirlo públicamente) se resume en un "poco se roba en Lugo para lo que se podría". 

Solo la alta eficacia y profesionalidad de los guardias civiles y el hecho de que Lugo no sea un territorio económicamente apetecible para las bandas itinerantes y los delincuentes profesionalizados evita que las estadísticas reflejen la alarmante realidad, aunque las carencias quedan en evidencia cada vez que uno de esos grupos decide aprovechar su paso por la provincia lucense para asaltar establecimientos y naves, como sucedió en las últimas semanas.
 

Policía Nacional: bajo mínimos 
La responsabilidad de la seguridad se reparte según territorios: la Guardia Civil es la responsable en el ámbito rural, mientras que la Policía Nacional actúa en las ciudades. En el caso de la provincia, hay comisarías de Policía en Lugo, Monforte y Viveiro. 

Las noches, oscuras 
Según los últimos datos, entre las tres comisarías hay un déficit de unos 60 policías. Eso implica que, al igual que le pasa a la Guardia Civil, muchas noches solo haya en la calle una patrulla para todo el territorio de la capital, o que en Monforte o Viveiro no haya ninguna patrullando. La plazas que salen vacantes cada año no llegan ni para cubrir las que quedan libres.