La seguridad durante la cabalgata de Madrid se planificó en Monforte

La empresa Alcor coordinó un amplio dispositivo de 270 personas que custodiaron el desfile de Reyes Magos más importante de España
Una empleada de Alcor Seguridad, durante el desfile de Madrid. EFE
photo_camera Una empleada de Alcor Seguridad, durante el desfile de Madrid. EFE

Una empresa monfortina, Alcor, fue la encargada de velar por la seguridad durante la cabalgata de Reyes Magos de Madrid, la más mediática y posiblemente de mayor importancia de todas cuantas se celebran en España. Veló por que no pasase nada durante el recorrido de cuatro kilómetros de sus Majestades de Oriente entre Nuevos Ministerios y la Plaza de Cibeles.

Para ello, la compañía dirigida por Carlos Somoza necesitó un equipo formado por 270 personas. Había 180 auxiliares y 90 vigilantes con cuatro coordinadores. Sobre 30 de esos operarios se desplazaron desde la propia Monforte.

Uno de los máximos responsables del dispositivo fue David Ruiz. "Desde Emilio Castelar hasta Colón había 32 gradas con capacidad para 250 personas, cada una de ellas con dos vigilantes y un auxiliar. Debajo contábamos con otro efectivo y teníamos trabajadores delante y detrás de todas las carrozas", explicaba este lunes.

En su empeño por conseguir que la multitud de personas que asisten a la cabalgata madrileña disfrutasen sin sobresaltos, Ruiz estuvo ayudado por Julio Ferrer, Adrián Piñeiro y Antonio Moreno. "Destaco también que Carlos Somoza, el director general de Alcor, estuvo desde el primer momento dirigiendo", añadió.

El trabajo comenzó a las cinco y media de la madrugada del día 4 al 5 y no llegó a su fin hasta las doce del mediodía de este lunes, cuando se terminó de desmontar todo el entramado de seguridad. "Un evento como este necesita de una preparación previa muy profunda, estableciendo zonas de evacuación en las que había un auxiliar más", detalló el profesional, una de las cabezas visibles que Alcor tiene en la zona de Madrid.

SATISFACCIÓN. David Ruiz afirmó que Alcor estuvo en permanente contacto con los cuerpos de seguridad de las distintas administraciones públicas, tanto estatales como autonómicas y municipales. "Si ocurría algo estábamos bien cubiertos por la Policía Local de Madrid", aseguró.

La cabalgata finalizó y la tensión acumulada durante horas de trabajo desembocó en un abrazo de los coordinadores de seguridad por ver que todo había salido según lo previsto. "Es muy gratificante que te feliciten el alcalde y los distintos concejales por el trabajo que has hecho", comentaba este lunes un David Ruiz que después de atender a El Progreso se disponía a disfrutar del día festivo con su familia y sus hijos. "Ahora les toca a ellos", concluyó.

SEGUNDO AÑO, CON DISTINTO GOBIERNO. Es el segundo año que Alcor asume la responsabilidad de gestionar la seguridad durante la cabalgata de Reyes de Madrid. La empresa monfortina ganó la concesión con Manuela Carmena como alcaldesa y en 2019, hace justo un año, estrenó sus servicios en la capital de España.

Para diseñar el complejo sistema de seguridad, David Ruiz especifica que se celebraron varias reuniones. Algunas tuvieron lugar en Madrid y otras, en Monforte.

Cacheos, gente que intentó colarse en las gradas y riesgo alto de atentado
Aparentemente todo transcurrió con normalidad mientras Melchor, Gaspar y Baltasar repartían ilusión por las calles de Madrid. Aun así, en un evento de tal magnitud parece inevitable que se produzcan momentos de tensión. Sucedió, por ejemplo, en la grada siete. "Hubo quien intentó colarse adonde no le correspondía estar y tuvimos que intervenir", explicó David Ruiz.

Los cacheos también son parte indispensable del protocolo. La idea era dar con objetos contundentes, material de vidrio, bebidas alcohólicas o armas blancas con el ánimo de requisarlos. "Todavía hay a quien le extraña que no se puedan llevar cuchillos o navajas a una actividad como esta", destacó Ruiz.

Sin embargo, uno de los mayores temores de todo el entramado de seguridad afectaba a la mítica Plaza de Cibeles. David Ruiz aseveró que el pasado día 5 en Madrid se estableció el nivel cuatro de alerta antiterrorista. El máximo es cinco, por lo que riesgo de que hubiese un atentado era alto.

EN CIBELES. Todo vallado y con entre 1.200 y 1.400 sillas. Así estaba, en boca de David Ruiz, una de las zonas más emblemáticas de Madrid. Asimismo fue necesaria la intervención de cien escoltas para velar por la seguridad personal de no pocos asistentes. Cibeles era uno de los cuatro tramos en los que Alcor dividió su particular mapa de seguridad de Madrid. Estas zonas eran, además de la citada, Nuevos Ministerios, grada y dispersión.

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