Segredos de Pantón recrea en 3D un priorato del siglo XII ya desaparecido

El colectivo cultural realiza una intensa investigación sobre el pasado del municipio y su trabajo arroja más luz sobre la importante presencia religiosa en la Ribeira Sacra

Recreación de cómo fue el priorato de Moreda hace nueve siglos. SEGREDOS DE PANTÓN
photo_camera Recreación de cómo fue el priorato de Moreda hace nueve siglos. SEGREDOS DE PANTÓN

El colectivo Segredos de Pantón, que investiga el pasado cultural y patrimonial del municipio para ponerlo en valor y darle visibilidad, ha realizado por segunda vez una recreación 3D de un edificio religioso del que apenas quedan restos. En esta ocasión fue diseñar cómo sería en el siglo XII un priorato benedictino situado en San Román de Moreda, dependiente del monasterio de Samos.

Se sabe de su existencia gracias a unos documentos datados en 1175, cuando el papa Alejandro III, por medio de una bula, otorgó a los benedictinos samanenses el control de una propiedad que, en sus tiempos, además del carácter religioso, tenía otro, en concreto como granja e incluso bodega. Era la de San Román de Moreda.

La construcción religiosa y sus alrededores aparecen reflejados en diversos escritos a lo largo de un amplio periodo de tiempo, que llega a 1653.

La construcción religiosa aparece reflejada en escritos en un periodo de tiempo que llega hasta mediados del siglo XVII

Los datos. En 1917, el arqueólogo Ángel del Castillo, en el boletín de la Real Academia Galega, estudió este priorato de San Román de Moreda. En su informe indicó que se trataba de un templo típico de del románico de transición. Añadió en él que era similar a otras edificaciones religiosas situadas en O Incio, Espenuca o Ferreira de Pallares.

En todos los casos, la distribución era similar, con unas torres de campanas de planta cuadrada de diez metros de altura, casi cuatro de ancho por cada lado y con un portalón de acceso hecho de granito.

De todo ello, en San Román de Moreda solo queda parte del muro perimetral y una iglesia que, dicen desde Segredos de Pantón, sufrió numerosas modificaciones que no dan cuenta de lo que llegó a ser en el siglo XII. Con su recreación quisieron recuperar el pasado.

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