Secretos de las galletas María

Guillermina Fraga celebró con los suyos en Barreiros sus 103 años llena de vitalidad ► No toma ningún medicamento, come de todo y su cena siempre es leche con siete galletas

Guillermina Fraga (derecha), junto a su cuñada Asunción López. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Guillermina Fraga (derecha), junto a su cuñada Asunción López. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Guillermina Fraga nació en el lugar de Pumarín, en la parroquia barreirense de San Miguel de Reinante hace 103 años, los mismos números que sopló en su vela de cumpleaños el pasado día 12, con todas las ganas de seguir batiendo récords.

La mujer cuenta con una salud de hierro, tanto que no toma ni una sola pastilla. "Ao médico vai para poñerse a inxección do gripe e acabouse, non o volvemos molestar, dende logo a Seguridade Social non a empeña", recuerda divertido Julio Fernández Nogueira, el marido de su sobrina Rosa Fraga López, con quien vive la centenaria, que no tuvo hijos, "pero axudou a criar a preto de vinte nenos da familia", recuerdan sus familiares, con los que también vive Asunción López Díaz, cuñada de Guillermina, que está cerca de los noventa.

La vida de Guillermina transcurrió en su municipio natal, donde compaginó la agricultura con la costura. "Adoitaba ir aos mercados a levar as verduras", cuenta Julio, quien no se olvida de destacar de ella que era una "grandísima" cocinera "e ata os cen anos años aínda facía de comer", cuenta.

Es de buena boca y sigue haciendo sus cuatro comidas diarias como una campeona "e non se priva de nada, gústalle todo e ao mediodía come como un máis". Una dieta que empieza y termina con un tazón con leche, con la curiosidad de que a la noche siempre lo acompaña con siete galletas María "e non pode ser nin unha máis nin una menos. Se lle deixas unha máis non a bota e se lle pos de menos a reclama. Niso, sempre foi moi meticulosa", asevera su familia, que tiene tendencia a la longevidad y ya su padre vivió hasta los 97.

A Guillermina a veces la memoria le falla, pero casi nunca cuando se pone a jugar a las cartas, pues "leva as contas de marabilla", aunque con los años se ha vuelto un poco caprichosa "e sempre quere ganar e se perde, xa non quere seguir xogando".

Feliz de llegar a edad, al soplar las velas el pasado sábado les espetó a los suyos: "A ver se chegades vós".

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