Se vuelven contra Rajoy

Mariano Rajoy tuvo enfrente ya cuando ejercía de oposición a algunos sectores muy activos de la derecha madrileña, con influencia y amplia resonancia en algunos medios y opinadores de la capital. Esa oposición a Rajoy desde la derecha, que reapareció ya frente a la política seguida en el proceso de fin del terrorismo etarra y contra la retirada de la reforma de la ley del aborto, se activó ahora con fuerza tras la consulta, o como se quiera denominar, del 9-N en Cataluña. Las críticas de Libres e Iguales contra el presidente suben el tono hasta deslegitimarlo como presidente del Gobierno. Como los independentistas, por el otro extremo. Para este grupo, que algunos sitán en las inmediaciones de la Faes de Aznar, Rajoy después de la jornada del domingo queda «descalificado para seguir cumpliendo su mandato constitucional». Cabría formular, al menos, dos cuestiones. Una primera: resulta algo más que curioso que la artillería pesada se lance desde la derecha sobre el presidente del Gobierno y líder del Partido Popular. Da la impresión de que el problema catalán se está ulitilizando, fundamentalmente en Madrid, para ajustes internos dentro de la derecha. Poca visión de Estado y unidad frente al secesionismo muestra quien deslegitima al presidente del Gobierno de España en una circunstancia así. Y una segunda, estos sectores buscan poder y buscan también condicionar, cuando no monopolizar, la política y la acción de gobierno, presentándose como garantes de la españolidad, la unidad y la libertad. Puede ser muy plural la opinión que merezca la posición del Gobierno el 9-N, en todo el proceso previo, y al día siguiente, pero no necesariamente se reduce a cuestionar que no recurriese a la fuerza pública para cerrar los puntos de votación y detener a quienes estaban detrás de esas mesas para la consulta. ¿O era más fuerza la que se esperaba?

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