Un santo con alas eternas en El Collao

El exportero del Lugo fue clave en la eliminación del Real Madrid en la Copa a manos del Alcoyano. "He hecho partidos mejores, aunque mediáticamente haya sido el más importante", declara el arquero de Castrelos, que rememora su actuación en el torneo del k.o.
José Juan retiene el balón en el duelo ante el Real Madrid de Copa del Rey. MANUEL LORENZO
photo_camera José Juan retiene el balón en el duelo ante el Real Madrid de Copa del Rey. MANUEL LORENZO

UN ÁNGEL DE LA GUARDA terrenal, de alas invisibles y guantes en las manos, de gesto sobrio y frugalidad emocional, de talento invariable ni edad en las piernas. José Juan parece eterno, infinito en su rendimiento aunque tenga 42 años. El de Castrelos sigue igual que cuando jugaba en el Ángel Carro: salvando a su equipo sea cual sea el rival, sea el Orihuela, el Sabadell, el Mirandés o el Real Madrid. Si al lado del Miño su capacidad como portero era bien sabida y apreciada, desde el miércoles lo supieron los millones del Santiago Bernabéu y el resto de un país al que las categorías menores de Primera División son casi siempre invisibles.

El exportero rojiblanco forma ahora bajo los palos de El Collao, con la camiseta del Alcoyano sobre su piel. Lo hizo en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Real Madrid. Y el conjunto de Zidane lo pagó con la eliminación con el enésimo milagro del arquero vigués.

Fue otro partido para el recuerdo. No el más destacado. Sí el más mediático. "El mejor... He hecho partidos muy buenos. Mediáticamente quizás haya sido el más importante, pero otros partidos que jugué en Segunda División, Primera o incluso Segunda B creo que fueron mejores o al mismo nivel, pero no a nivel mediático, desde luego", dice José Juan.

No duda en admitir que le "salió" un "buen partido", aunque nunca lo hubiera pensado. "Ni lo había pensado ni soñado hacer un partido así ante el Real Madrid. Al final, con trabajo y constancia y con los entrenamientos de todos los días eso siempre te lleva a hacer buenos partidos. Ante el Real Madrid me salió un buen partido y pude poner mi grano de arena para que el equipo pudiera ganar el partido", afirma humilde.

Lo que conserva el meta es su seguridad y aparente frialdad. No lo perdió tampoco ante el trece veces campeón de Europa. "No tenía nervios. Tenía lo de siempre antes de cualquier partido. Antes de empezar siempre tienes esas mariposas en el estómago, pero en el momento en el que entras en el campo ya se me quitan. Ante el Real Madrid tenía mucha ilusión y, sobre todo, muchas ganas de disfrutar del partido, porque ante un equipo de ese calibre no se juega todos los días".

Metido en harina, José Juan fue decisivo con paradas de enorme mérito ante jugadores internacionales. El portero de Castrelos guarda en su memoria dos, por ser claves en el resultado final. "Tengo dos paradas con las que me quedo sobre las demás, que son las que le hago a Lucas Vázquez de cabeza en la segunda parte y la de Asensio en la prórroga en un tiro abajo. Fueron las paradas más decisivas y mejores del partido".

El exrojiblanco notó la desesperación en las miradas de los delanteros del Real Madrid, incapaces de poder batirlo salvo en el testarazo de Militao. "Ellos no me decían nada, con las miradas ya lo decían todo cada vez que hacía una parada. Ellos te miraban mucho cada vez que intervenía. Lo que intentaban era jugar rápido y marcar goles. Te decían que sacaras rápido porque ellos lo que querían era sacar su partido. Fue un duelo muy tenso, disputado y luchado por las dos partes".

IMPACTO MEDIÁTICO. Su actuación, fundamental para el k.o. merengue, no pasó desapercibida para el "mainstream" mediático, para amigos y conocidos o para excompañeros. "Me han llamado de todos lados, de las teles, de las radios... tengo un montón de mensajes que todavía no pude leer. Hasta que pase un tiempo no podré contestar a todos, porque no tengo tiempo para hacerlo. Voy poco a poco y con mucha tranquilidad porque esto ya sabemos cómo es. Sobre todo quiero disfrutarlo", afirma.

"Dani (Mallo) o Manu me escribieron, seguro que más también, pero es que todavía no pude abrir todos los mensajes porque no he tenido tiempo. Cuando tenga tiempo y pueda les contestaré o los llamaré estos días", dijo sobre los excompañeros del Lugo.

Después de cambiarle una camiseta a Courtois y guardarse la que vistió el miércoles, José Juan ya tiene otra actuación para un currículum que no quiere que pare de crecer, al menos un año más. "Voy temporada a temporada. Me encuentro bien física y mentalmente. Las cosas me están saliendo bien y quiero seguir un añito más, pero esto cambia mucho e igual dentro de tres meses ya no puedo más. Me marco los objetivos día a día, mes a mes y luego, a final de temporada ya miraré como estoy y lo que puedo hacer".

Ahora queda por saber cuál será el siguiente rival que se estrelle contra él. Espera que pueda ser el Barça de Messi, Pedri o Griezmann. "Si nos tocase el Barça ya sería la bomba, pero hay que ir poco a poco. Primero el sorteo, luego el partido del domingo y después ya se verá". El bombo dictará sentencia para el equipo que juegue en El Collao. Allí habrá un santo debajo de un larguero.

"La etapa que pasé en Lugo fue maravillosa"

José Juan no se olvida de su etapa en el Ángel Carro, que califica como una de las mejores de su extensa carrera. "Los años que pasé en Lugo fueron maravillosos. Creo que en mi carrera fueron de los mejores años que pasé, tanto a nivel personal como futbolístico, sobre todo con Quique (Setién). Disfrutamos mucho con él. Fue una época muy bonita y cada vez que puedo me acerco por allí porque dejé grandes amigos en la ciudad. Le tengo un cariño especial a Lugo".

Sigue al equipo
"La afición me trató maravillosamente bien. Siempre voy a tener un recuerdo muy especial para ellos, por su cariño", añadió. Además, José Juan trata de no perderse los partidos del equipo. "Siempre que puedo los veo. Empezaron irregular, pero con el cambio de míster lograron una reacción importante y están en buena línea para la salvación".

Iriome
El jugador del Lugo, Iriome, se acordó de su excompañero, al que alabó. "El tiempo pone a cada uno en su sitio y Jose era un tipo que entrenaba muy bien que se cuidaba mucho, era un currante y con la edad que tiene está a un nivel muy bueno. Yo me alegro por él".

Comentarios