Cada tres meses la unidad móvil del Centro de Transfusións de Galicia se acerca a Sober para recoger las donaciones de sangre de los vecinos de la zona. Ayer tocaba la pertinente visita, pero tenía un carácter especial. A los donantes se les agasajaba, además de con una bebida y un detalle del propio centro, con una botella del vino de Amandi.
La iniciativa partió del propio Ayuntamiento soberino que antes de su feria vinícola anual, que tendrá lugar los próximos 23 y 24 de este mes, organiza una serie de actividades para promocionar los caldos. Siempre se busca una fórmula un poco atípica para esa promoción y si el año pasado se organizó una cata exclusivamente para sacerdotes, en esta edición se planteó colaborar con el banco de sangre. «Foi algo innovador e, aínda que o día non axudou moito, a xente animouse», explicaba el alcalde, Luis Fernández Guitián.
