Sancionan a tres pescadores en Castro de Rei y A Pastoriza

La Guardia Civil y los servicios de Medio Ambiente los localizaron en el Miño y el Azúmara saltándose el confinamiento

Los servicios de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia y la Guardia Civil sancionaron este sábado a tres pescadores furtivos en la comarca chairega, uno en el coto Terra Chá, en el río Miño a su paso por el concello de A Pastoriza, y otros dos en el tramo libre del río Azúmara, en el municipio de Castro de Rei.

“Recibín a chamada dun socio que estaba paseando un can e viu un pescador, é época de veda polo confinamento e está totalmente prohibido”, indica Luis Sandamil, el presidente de la SDC Amigos do Miño, un colectivo con unos 200 socios.

“Chamei ao servizo de Medio Ambiente e á Garda Civil e xa me comentaron que acababan de sancionar a outro pescador no coto Terra Chá saltándose o estado de alarma”, explica el presidente de la sociedad, que hace hincapié en la necesidad de respetar las normas.

Una vez en el río Azúmara, los servicios de Medio Ambiente localizaron no a uno, sino a dos pescadores en la zona, que supuestamente no se conocían y estaban separados a diferente altura, uno de ellos sin licencia.

La Guardia Civil se vio obligada a apercibir a dos personas que estaban manteniendo una conversación en la zona de Martiñán

“É unha falta de respecto, pero saltarse o confinamento non é só poñerse en risco a un mesmo senón a todas as persoas e non se pode consentir. Agora o menos importante é a pesca”, dice el presidente del club, que pide “sentidiño” a los aficionados y agradece a los agentes que “nesta época tan difícil tamén miren pola nosa saúde e polos nosos ríos”.

La temporada abría el 15 de marzo hasta el 30 de septiembre, pero al decretarse el estado de alarma la pesca se prohibió. “O día 14 pola tarde soubemos que non se podía pescar e empezamos a informar, pero o día 15 houbo bastante xente e as autoridades xa deron avisos”, dice Sandamil, que habla de que alguna gente, sobre todo mayor, al principio pudo saltarse las normas por desconocimiento. Pero asegura que ahora todos están más concienciados, por lo que espera que lo sucedido sea algo “excepcional”.

VILALBA. Por su parte, la Guardia Civil se vio obligada a apercibir a dos personas que estaban manteniendo una conversación en la zona de Martiñán, en la parroquia vilalbesa de Corbelle, según apuntan algunas fuentes.

Los agentes las informaron en un primer momento de que lo que estaban haciendo está prohibido y, tras hacer caso omiso y regresar al lugar para seguir con la charla, fueron sancionadas.

Este no es un caso puntual en Vilalba, ya que pese a que se está respetando el confinamiento en su mayoría, sí se han interpuesto ya varias denuncias. Y es que además de los controles en el centro y las salidas de Vilalba, la Guardia Civil mantiene patrullas en constante movimiento.

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