La mala evolución de la pandemia, con los contagios al alza, no preocupa por igual a toda la ciudadanía. De hecho, algunos lucenses disfrutan de su tiempo de ocio ajenos a las restricciones impuestas para frenar el covid. Esa es precisamente la estampa que se encontró el pasado miércoles la Policía Local de Lugo en un bar de la Rúa Catedral, donde los clientes charlaban animadamente mientras compartían cachimbas. Además, el local —de pequeñas dimensiones— estaba al límite de su aforo, ponía música a pesar de carecer de autorización y ni tan siquiera disponía de licencia para poder desarrollar su actividad.
Los agentes de la Unidad Territorial de Policía de Barrio realizaron una inspección en el establecimiento alrededor de las ocho y media de la tarde y comprobaron que en su interior se estaban cometiendo multitud de infracciones. Tal y como confirmó este viernes el portavoz policial, nada más entrar, los agentes comprobaron que había demasiada gente. De hecho, el local tiene un aforo máximo de 33 personas y en ese momento tenía 26 clientes, a pesar de que solo podía estar al 50% de su capacidad.
Los policías denunciaron al establecimiento por este motivo y además tramitaron cinco denuncias "por hacer uso compartido de dispositivos de inhalación de tabaco", es decir, por fumar cachimbas, lo que supone una infracción a la Ley de Salud de Galicia. Además, el establecimiento fue denunciado "por no presentar el título habilitante del local" y "por tener en funcionamiento el equipo de reproducción musical sin autorización", infringiendo así la normativa de espectáculos públicos. La intervención policial puso fin a la fiesta y se saldó con ocho actas de denuncia.
Levantadas 14 actas de denuncia en una noche por incumplir el toque de queda
CAMUFLADOS. Además de realizar inspecciones en los establecimientos de hostelería, la Policía Local organiza a diario dispositivos de control para velar por el cumplimiento de las medidas de prevención para hacer frente a la pandemia.
Los agentes vigilan la ciudad en vehículos policiales rotulados, pero también camuflados, para que los infractores tengan que responder por sus actos, ya que su falta de concienciación afecta al resto de la ciudadanía.
En el transcurso de uno de estos dispositivos, llevado a cabo en la madrugada del miércoles al jueves, los agentes del Grupo Operativo Nocturno levantaron un total de 14 actas de denuncia por infracción a la Ley Orgánica de Protección de Seguridad Ciudadana, todas ellas por incumplir el toque de queda entre las once de la noche y las seis de la mañana sin causa justificada. Las personas denunciadas transitaban por las calles Río Eo, Ronda das Fontiñas, Camiño Real, Illas Cíes, Rúa Nova y Otero Pedrayo. Todas ellas se enfrentan a una sanción económica que oscila entre los 601 y los 30.000 euros.
La Policía Local seguirá realizando controles e incrementará la vigilancia en los próximos días para comprobar que los lucenses, tanto particulares como establecimientos de hostelería, se ajustan a las nuevas restricciones y al nuevo toque de queda, que desde ayer se adelantó a las diez de la noche.
