La compañía Ryanair no dejó embarcar en uno de sus vuelos a una familia que tenía que viajar de Gran Canaria a Madrid para que uno de sus hijos recibiese un transplante de hígado y riñón. Cuando la familia recibió la llamada con las esperanzadoras noticias de que el niño, de 10 años, podría ser intervenido, se dirigieron al aeropuerto. En primer lugar, Ryanair alegó, según la familia, que no podría volar porque la compra de billetes nacionales solo se puede realizar online y no de forma presencial. Tras insistir y explicarles la situación, el personal de la compañía consultó a su sede central, en Dublín, y la respuesta que recibieron fue que el joven no embarcaría porque la multinacional no podía hacerse responsable de lo que pudiera sucederle al menor durante el vuelo.
Varios medios locales sostienen, citando a testigos, que el niño se dirigió al mostrador pidiéndole al personal que le dejara volar para "operarse y poder jugar al fútbol". Afortunadamente, Air Europa accedió a trasladar al paciente, que llegó al hospital La Paz con tan sólo un margen de 30 minutos para ser intervenido. El padre del pequeño está meditando denunciar a la compañía para "que esto no le vuelva a pasar a nadie".
