Romería de mesa y mantel, en Os Remedios de Diomondi

O Saviñao cumplió con la cita más tradicional del verano y cientos de personas se dieron cita al aire libre para disfrutar de misa, procesión, comidas en familia y tarde de música y baile 

Imagen de la procesión de Os Remedios de Diomondi. TOÑO PARGA
photo_camera Imagen de la procesión de Os Remedios de Diomondi. TOÑO PARGA

CADA 22 de agosto la carballeira de Diomondi, en O Saviñao, acoge una de las romerías con más tradición de toda la comarca de Lemos. De esas en las que aún se dan cita varias generaciones de la misma familia y en la que antes de la comida pantagruélica los feligreses cumplen con la misa y la posterior procesión.

En Diomondi, además de la virgen de los Remedios, a la que se le dedica la romería, salen en comitiva todas las tallas del templo porque, como decía este miércoles un feligrés al pie de la iglesia románica que es el orgullo de la parroquia: "Imagen de la romería. TOÑO PARGAO que non che pode facer unha santa igual cho fai a outra. Amaño ten todo menos a morte, e a morte morriches e quedaches listo, tampouco ten máis segredo". Y, la verdad, como para discutirle.

En cualquier caso, este miércoles, terminada la eucaristía los vecinos sacaron músculo y, pese al calor, procesionaron con las imágenes. Algunas a hombros y la patrona en un curioso carro de madera con cierto aire andaluz. Detrás un grupo de sacerdotes, entre ellos Mario Vázquez Carballo, vicario de la diócesis de Lugo, que tiene una bodega en la zona de la que salen caldos muy apreciados por los expertos del sector.

Acabados los actos protocolarios, tocó bailar un par de piezas en la sesión vermú y después la tan ansiada comida. No se engañen, lo de comer de campo no quiere decir que uno tenga que renunciar a las comodidades de una casa. En la romería de Diomondi los de la parroquia montan mesa y mantel para agasajar a los invitados. En algunos casos casi podemos hablar de auténticos comedores portátiles donde no falta detalle, ni chupito, ni café, ni postre.

Pero no todos tienen la misma dedicación y el miércoles la tradición y la abundancia que sobró en algunas meriendas faltó en otras. Por ejemplo, unos jóvenes se las apañaron como pudieron con un plástico y unos cartones para dar cuenta de unas cuantas pizzas. Cosas del mundo moderno.

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