Roglic desbanca a Quintana en la Vuelta

Valverde asegura que "aún queda mucho por delante", con once etapas todavía por delante
Roglic viste el jersey rojo de la Vuelta. JAVIER LIZÓN (Efe)
photo_camera Roglic viste el jersey rojo de la Vuelta. JAVIER LIZÓN (Efe)

Todos y cada uno de los pronósticos sobre el posible vencedor de la única contrarreloj individual de la Vuelta 2019, disputada en Pau (Francia), apuntaban en una única dirección, la del esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma).

Al contrario de lo que hacía en su época de saltador de esquí, el esloveno realizó un vuelo rasante al límite en bicicleta entre Jurançon y Pau para hacerse con un maillot rojo que se le estaba mostrando esquivo desde las primeras pedaladas en esta 74ª Vuelta a España.

La caída colectiva inicial junto al resto de sus compañeros del Jumbo-Visma en la contrarreloj por equipos de Torrevieja, y después en el noveno día en Andorra, parecían ser un signo inequívoco de tener mal fario en una prueba en la que venía dispuesto a ganar.

En Andorra la suerte le dio la espalda y se quedó a seis segundos de vestir el jersey rojo que fue a parar a manos del colombiano Nairo Quintana (Movistar) en una dura y épica etapa. En el Principado sufrió una caída cuando las condiciones meteorológicas eran más adversas y vio esfumarse la posibilidad de asaltar el liderato. La jornada de descanso sirvió, al menos, para devolverle la tranquilidad.

Ya vestido de rojo, Roglic reconocía que no había sido "un buen comienzo" de Vuelta el que le había tocado vivir, pero de momento no se ha visto limitado en sus actuaciones y espera "olvidarlos" en los próximos días, a pesar de que sigue luciendo de manera visible algunos apósitos.

Con su triunfo en Pau, Roglic se ha sumado al casi centenar de ciclistas (98) que a lo largo de toda la historia han sido capaces de imponerse en etapas en cada una de las tres grandes, Giro, Tour y Vuelta.

A pesar de todas esas circunstancias, la apuesta ganadora para todos en la única jornada de lucha individual contra el cronómetro en esta edición era la suya. Nadie apuntaba hacia otro ciclista que no fuera él.

Para sus rivales, los colombianos Quintana y Miguel Ángel López (Astana), el español Alejandro Valverde (Movistar) y su compatriota Tadej Pogacar (UAE Emirates) la raya que debía delimitar el éxito del fracaso, o cuando menos una buena actuación de otra en la que para conseguir la futura remontada habrá que apostar al 'todo o nada', estaba en los dos minutos.

Por debajo de ella solo se situaron el murciano Valverde (1.38) y el joven eslovaco de 20 años (1.29). Supermán López se quedó justo en el límite de esos dos minutos y Quintana superó en seis segundos los tres minutos de pérdida.

El póker de ases, con un quinto en discordia, de los nueve primeros días de la Vuelta, quedó reducido en Pau a un líder en solitario y cuatro hombres que en las siguientes once etapas buscarán descabalgarlo del pedestal al que se ha aupado el eslovaco volador.

La ciudad de Pau está acostumbraba a disfrutar del ciclismo del más alto nivel, ya que es la tercera ciudad más visitada en el historia del Tour de Francia solo por detrás de París y Burdeos, y en esta ocasión vio en la Vuelta a España a un esloveno presentar, sin ningún tipo de ambages, su candidatura para ser el ganador el próximo 15 de septiembre en Madrid.

Desde la veteranía, cumplirá el próximo mes de abril de 2020 cuarenta años, Alejandro Valverde insistió nada más bajarse de la bicicleta que todavía queda "mucho por delante".

En su opinión, tanto lo perdido por él como los más de tres minutos (3.06) que se dejó su compañero Quintana todavía no los ve suficiente obstáculo. "Un minuto arriba o abajo no cambia nada", afirmó el murciano a la vez que defendía que ambos siguen en la estela de Roglic, al que deberán plantearle una batalla táctica para hacerle doblar la rodilla.

Por su parte Quintana ya había anticipado en la jornada de descanso que su condición de líder iba a ser efímera, "al menos hoy soy líder", consciente del tiempo que iba a perder con el centroeuropeo.

El de Boyacá reconoció que perder algo más de tres minutos era "bastante, esperaba estar en torno a los dos minutos".

Por todo ello, tanto el equipo Movistar con Valverde y Quintana, como el Astana de Miguel Ángel López y el UAE Emirates de Tadej Pogacar deberán buscar la manera de llevar al límite a un Roglic que, salvo por sus dos caídas que le han impedido contar con una mayor diferencia al frente de la clasificación, apenas ha mostrado debilidades en los cuatro finales en alto que ya se han vivido.

De las once jornadas que restan por disputar, todavía quedan otras cuatro etapas con final en alto y varias más con finales muy exigentes.

"La Vuelta es muy dura y hay muchas etapas que son emboscadas", dijo Valverde antes de comenzar la carrera y a eso se van a aferrar los rivales de Roglic para intentar que no sea el primer eslovaco de la historia en imponerse en la Vuelta a España.

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