El roble reencarnado en lobo

Eugenio Linares es un escultor residente en Tuiriz (Pantón) conocido por hacer figuras de animales a partir de troncos de árboles enfermos o muertos. Su última pieza es un lobo de roble que decora un banco del área recreativa de Proendos, en Sober
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photo_camera Eugenio Linares esculpió el lobo de madera que forma parte desde esta semana del área recreativa de A Pena de Proendos. CONCELLO DE SOBER

Imaginen juntos osos, lobos, águilas, jabalíes, ciervos, caballos, tortugas o perros. Seguramente piensen en un reserva natural en la que estos animales convivan en libertad. Podría decirse que Eugenio Linares, un vecino de Tuiriz (Pantón), tiene una propia. Sin embargo, la gran peculiaridad es que esta fauna ha salido de sus creativas manos. Está hecha de madera.

"Tiendo a hacer trabajos relacionados con la naturaleza, porque creo que es lo que más le gusta a la gente", dice este artesano, que combina la motosierra y la madera de tal forma que crea logradas figuras de animales. Los especímines de su particular reserva no se mueven, pero ayudan a decorar áreas recreativas como la de A Pena de Proendos, en Sober.

Allí hay desde esta semana un llamativo lobo de madera. Forma parte de un banco. El Ayuntamiento lo inauguró hace unos días y ya capta la atención de los vecinos, que disponen de un nuevo elemento ornamental al que mirar.

"Me llamó el alcalde (Luis Fernández Guitián) para preguntarme si se podía hacer algo con una pieza de madera que sobró de una tala. Como era bastante buena se me ocurrió crear este banco, que sirve tanto para sentarse como para observarlo", explica Eugenio, contento del resultado de su nuevo trabajo. El lobo de madera de Sober es la reencarnación de un viejo roble.

Donde otros ven árboles en mal estado o muertos, él descubre nuevos usos como homenaje a la fauna autóctona

Según relata Eugenio, esta escultura salió del tronco de un árbol enfermo talado en Sober. Sus obras más creativas empiezan siempre de esta manera. Donde otros ven árboles en mal estado o muertos, él descubre nuevos usos como homenaje a la fauna autóctona.

Eligió un lobo por los avistamientos que, afirma, se han dado en los últimos tiempos por esa zona. "Se vieron algunos ejemplares de estos animales por aquí y una forma de dejar testimonio de ello es esta figura", comenta.

No es el único sitio de Sober que cuenta con uno de los animales de madera que salen de la mente y la motosierra de Eugenio. También trabajó en la parroquia de Vilaescura. Sus elaboraciones son tan admiradas que le valieron la presencia en la Feira do Viño de Amandi, donde ha realizado varias exhibiciones.

Una vuelta por su página en la red social Facebook supone encontrarse con múltiples animales de madera, entre los que también hay zorros, osos panda o búhos. Siempre forman parte de la decoración de bancos.

Con un cocodrilo sacado de un tronco comenzó el idilio entre la máquina y la naturaleza

Así lleva ya cinco años Eugenio Linares. Este trabajo manual y artesano le ha permitido hacerse un importante nombre en la provincia, donde dispone de una importante agenda de clientes, que han visto sus destrezas en diversos eventos de exaltación celebrados por toda la geografía lucense.

El Miguel Ángel de la Madera (como le llaman algunos) estudió Ingeniería Industrial en Oviedo. Antes, de niño, comenzó sus pinitos con la madera al fabricar él mismo armas de juguete en un taller propiedad de su padre. De su madre, en cambio, heredó la pasión por la pintura.

Una vez acabada la carrera universitaria se formó en restauración de madera. Más tarde sacó un cocodrilo de un tronco y una fotografía de esta pieza enviada por WhatsApp dio comienzo a una historia de idilio entre la maquinaria —en este caso una motosierra— y la naturaleza.

En Sober se escribió un nuevo capítulo. El lobo de madera de Proendos se suma a la inmensa lista de árboles transformados en animales por Eugenio Linares.

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