RABADENSE DE nacimiento y rojiverde de corazón, Roberto Trashorras regresa en breve a sus orígenes con la segunda edición del campus de fútbol base del Rácing Vilalbés, que se celebra del día 27 de este mes al 2 de julio, mientras sigue a la espera de ver qué proyecto le ocupará la próxima campaña.
Acaba de ser nombrado por segunda temporada consecutiva mejor pasador de la Liga, con 2.691 pases, 125 más que el año pasado y superando en 266 al segundo, Toni Kroos. ¿Qué valoración hace?
Es un orgullo estar en esas estadísticas con gente tan importante, y más aún ser el primero. Más allá de que en lo colectivo ha sido un año malo, en lo personal, mirando estos datos, uno se siente contento y orgulloso.
¿A qué cree que obedece?
A nuestro estilo de juego, ya que somos un equipo que nos gusta tener mucho la posesión, y al mío en particular. Yo, que juego en el medio, necesito estar en contacto con el balón y así facilitar el juego del equipo.
Llegó al Rayo Vallecano hace ya cinco años y sin apenas experiencia en Primera División. ¿Qué ha cambiado, a nivel profesional, desde entonces?
Creo que me he convertido en mejor jugador, más completo, y he encontrado mucha regularidad en mi juego.
¿Y a nivel personal?
Me supuso mucho cariño, reconocimiento y respeto de toda la gente.
Desde la llegada de Paco Jémez al banquillo ha sido titular indiscutible y portador del brazalete de capitán. ¿Se considera uno de los pilares del equipo?
Me considero un jugador importante, pero no más que cualquier compañero. Si acaso, al llevar más tiempo y ser el capitán, tengo más responsabilidad que los demás.
¿Qué valoración hace de la temporada, en la que han descendido?
Ha sido mala, ya que el equipo no ha logrado el objetivo y eso era lo más importante.
¿Ha sido el descenso a Segunda con el Rayo el peor momento hasta ahora de su carrera futbolística?
Sin duda, ha sido un momento muy duro y doloroso, sobre todo por nuestra gente, que no se lo merecía.
¿Seguirá en el Rayo la próxima temporada?
Tengo un año más de contrato y vamos a ver qué pasa. Ya dije en su día que no me importaría jugar en Segunda División con el Rayo, pero hoy en día no sabemos cuál será el proyecto, así que habrá que esperar.
¿Hay ganas de regresar a Galicia?
Bueno, la puerta de Galicia es lógico que siempre esté abierta.
¿Hay opciones de estar en Primera División en un equipo gallego? ¿O que no sea gallego?
Sé, por lo que dijo mi representante, Quilón, que hay varias cosas, pero no puedo decir más.
¿Se considera una persona que tiene claros sus orígenes?
Sin duda. Una de las cosas que más recalco cuando puedo es de dónde soy y de dónde vengo.
¿Cómo surgió el proyecto del campus del Rácing Vilalbés que usted apadrina?
Siempre me había gustado esa posibilidad, pero surgió a través de un amigo en común, Yago Rivera, que me puso en contacto con Hugo Criado, del Vilalbés. Ya nos conocíamos, pero hacía tiempo que no hablábamos y surgió.
¿Cómo vivió la experiencia el año pasado? Recibió un homenaje y se reencontró con antiguos compañeros.
La verdad, fue toda una sorpresa. Yo no sabía nada y lo recuerdo como uno de los momentos más emotivos y bonitos de mi vida. Fue un reconocimiento de mis amigos, mi familia, del primer equipo en el que jugué, de mi pueblo, Vilalba... más no se podía pedir.
¿Qué diría para animar a un niño o a sus padres a anotarse en el campus?
Que no lo duden, que se lo van a pasar genial y que van a aprender mucho, no solo de lo que yo les pueda enseñar, sino porque hay una serie de profesionales que se desviven por ellos esos días.
Usted es parte activa, ¿es reconfortante?
Ni te imaginas lo reconfortante que es. Ver la cara de esos niños y la ilusión que tienen y cómo se lo pasan... me recuerdan mucho a mí cuando yo empezaba.
¿Sigue la trayectoria del Vilalbés a lo largo de la temporada?
Claro que la sigo, no solo por mi amistad con Hugo, sino porque siempre será mi equipo.
El día del descenso ante el Levante quería rendir homenaje al malogrado jugador juvenil rojiverde Jorge Tato. ¿Cómo surgió esta idea?
Cuando sucedió el accidente, me enteré a través de la prensa y decidí mandar mis condolencias a través de las redes sociales. Un día, cuando nos reunimos con los del campus, me trajeron su camiseta. Yo quería darles una sorpresa a ellos, pero sobre todo a su familia, ya que era un momento muy duro para ellos, y pensé que si conseguíamos la permanencia en el último partido sería un buen momento. Es una pena que no fuese así y no pudiera hacerlo, pero cuando me estoy yendo para el vestuario y secándome la cara, alguien me saca la foto y se ve la camiseta de Jorge, algo por lo cual me alegro, ya que por lo menos salió de alguna manera el pequeño homenaje que yo quería hacerle.
