Robar un coche sale más barato que conducirlo habiendo bebido

Multa de 720 euros a un lucense que se llevó un vehículo haciéndole el puente

La aplicación de las normas por parte del sistema de justicia tiene a veces resultados sorprendentes, como el hecho de que robar un coche conlleve menos pena que si se conduce ese mismo coche tras ingerir una cantidad significativa de alcohol, si se circula sin seguro o si al conductor le pesa demasiado el pie del acelerador.

Esto pudo comprobarse este lunes en uno de los juicios previstos en el Penal 2 de Lugo, en el que un lucense estaba acusado de un delito de robo de uso de vehículo a motor. La pena que solicitaba la Fiscalía en su escrito de acusación ya se limitaba a una simple multa, en este caso de 1.980 euros, pero tras llegar a un acuerdo de conformidad con el acusado, la multa se quedó en 720 euros.

Los hechos de los que estaba acusado A.M.V, y de los que se reconoció autor, sucedieron entre el 29 de julio y el 30 de julio de 2015, cuando "fracturó la parte fija de la ventanilla trasera izquierda de un vehículo Opel Kadett 1.6 que se hallaba estacionado en Lugo, para acceder a su interior practicando un puente y apoderarse temporalmente del vehículo, que fue hallado abandonado por agentes del CNP el día 31 de julio de 2015", según figura en el escrito de acusación.

Por esos hechos se solicitaba una condena de once meses de multa a 6 euros diarios, que quedaron al final reducidos a seis meses a 4 euros.

COMPARACIÓN. Por comparar, cualquier multa por una acción al volante considerada muy grave por la DGT es multada con 600 euros y la retirada de seis puntos de carné, lo que ya la sitúa por encima de esos 720. En este capítulo se cuentan, por ejemplo, circular a 101 kilómetros hora en zona limitada a 50.

La sanción mínima sube a 1.000 euros y seis puntos de carné si, por ejemplo, se trata de un conductor reincidente que duplica la tasa de alcohol permitida o se niegas a hacer el test.

Si llega una multa de las consideradas graves o muy graves y no se comunica quién era el conductor del vehículo en el momento de la infracción, la DGT triplicará la cuantía inicial de la multa, que podría ascender hasta los 1.800 euros.

Se trata, en todos los casos, de actuaciones que bien merecen esas sanciones por el riesgo que implican. Lo que llama la atención en este caso es que se considera menos grave robar el coche.