Unos 600 kilos de carne de ternera es el botín que obtuvieron los ladrones en la madrugada de ayer en Sarria. Los amigos de lo ajeno fijaron su objetivo en la furgoneta de un empresario del sector cárnico que estaba estacionada en la calle Diego Pazos, en la zona de A Pontevella, y de la cual se llevaron una gran cantidad de piezas de vacuno tras forzar la cerradura de la puerta trasera. Los alimentos sustraídos fueron valorados en unos 3.000 euros.
A última hora del miércoles, de forma excepcional, el afectado dejó la furgoneta refrigerada con un cargamento de carne estacionada en Diego Pazos, donde un empleado suyo tenía que recogerla alrededor de las cuatro de la mañana para llevar el material a una sala de despiece a Triacastela.
Según explicó, fue en ese intervalo cuando los ladrones aprovecharon para actuar, apropiándose de unos 600 kilos de carne, entre piernas y lomos de vacuno. Se supone que el robo fue perpetrado por varias personas, dado que tuvieron que descolgar todas las piezas, de considerable peso, y trasladarlas a otro vehículo.
En el interior de la furgoneta dejaron una decena de faldas de ternera, con un peso aproximado de 150 kilos, supuestamente porque no tenían espacio suficiente para transportar todo el material.
Una vez cometido el robo cerraron la puerta y se ausentaron. No quedaron signos externos que hicieran sospechar de lo que había ocurrido, de modo que el empleado recogió la furgoneta según lo previsto sin percatarse de la sustracción y se dirigió a Triacastela.
Los hechos se descubrieron por la mañana, cuando el empresario llamó a la sala de despiece para pedir la referencia de un lomo y le dijeron allí que no habían recibido ninguna de estas piezas, al tiempo que mostraron su sorpresa por el escaso material que portaba la furgoneta en esta ocasión.
El afectado, que nunca había sufrido un caso similar, presentó denuncia ante la Guardia Civil y se preguntó qué harán los ladrones con tal cantidad de carne.