El alcalde monterrosino, Antonio Gato, optó por retirar sus presupuestos para este año, y no someterlos a votación, ante el rechazo de la oposición, mayoritaria, formada por sus excompañeros de Independientes de Monterroso y el PP. Esta situación acentúa el bloqueo de la gestión municipal, de la que se culparon mutuamente la coalición de gobierno y la oposición.
Pese a la presión vecinal, reflejada en el caldeado ambiente en el salón de sesiones, Partido Popular e IxM no le dieron el visto bueno al proyecto presentado por el regidor, que es quien tiene la prerrogativa legal de su tramitación, y sus socios de gobierno del PSOE y Compromiso por Galicia. La maniobra de presentación previa de las cuentas ante una asamblea vecinal marcó la sesión, pero no sirvió de nada.
"La moción de censura tendrá que esperar. Tendrá que esperar usted su momento", manifestó Gato en alusión a la portavoz de IxM, Rocío Seijas. Esta frase resume un pleno que evidenció las diferencias entre dos partes cerradas al diálogo.
Antonio Gato definió el presupuesto, cuya cuantía asciende a 2.696.926 euros, como un "compromiso compartido co pobo", que buscaba la dinamización de la economía local. De ahí la apuesta en el apartado de inversiones reales, que ascendía a 383.873 euros, en actuaciones enfocadas a «recuperar un concello moribundo".
El portavoz de CxG, Xabier Vázquez, recalcó la necesidad de aprobar las cuentas para evitar "efectos colaterais" como la suspensión de las subvenciones nominativas a colectivos sociales y deportivos si se prorrogan los actuales presupuestos. El socialista Rafael García Figueiras precisó que las inversiones previstas podrían generar un millón de fondos para obras con las ayudas de otras administraciones.
El socialista Rafael García Figueiras no tendrá dedicación exclusiva como teniente de alcalde al votar en contra la oposición
La oposición se explayó más en la lectura de un memorial de agravios, a modo de resumen de un complicado mandato, que en el análisis de las cuentas. Eloy Pérez Sindín, portavoz del PP, se negó a "blanquear co noso voto a precariedade dun goberno que aposta pola confrontación coa veciñanza e a vía da imposición". Solicitó un "documento realista que contemple investimentos acuciantes ante a situación de endebedamento".
Rocío Seijas denunció "investimentos inflados para ocultar a mala xestión". Aludió al déficit que se arrastra en la financiación de varios servicios, debido en parte a los defectos de la Relación de Puestos de Trabajo, lo que obligó a aprobar después un reconocimiento extrajudicial de créditos para afrontar pagos del año pasado.
La confrontación entre Gato y Seijas originó los momentos más tensos. El regidor explicó que sí presentó el proyecto al PP, pero no a IxM, que acudieron al juzgado para tratar de expulsarlo del grupo tras romper con él.
La oposición echó por tierra la dedicación exclusiva para García Figueiras, que seguirá cobrando por su labor en la Diputación.
