La Xunta de Galicia les ha ofrecido a las personas mayores que eran usuarias de las viviendas comunitarias Burón I y II, en A Fonsagrada, cerradas de forma cautelar desde el pasado miércoles, plazas en la residencia pública de O Carballiño, donde "podrán recibir atención sociosanitaria" y un "seguimiento individualizado de su evolución".
Según ha informado la Consellería de Política Social, la Xunta se ha puesto en contacto con las familias de estas personas para informarlas de la disponibilidad de esas plazas en la residencia pública, de modo que los usuarios podrán seguir "residiendo juntos".
Los traslados comenzarán a medida que los mayores "vayan abandonando el Hospital Universitario Lucus Augusti (Hula), a donde fueron derivados para ser sometidos "a un chequeo completo", tras comprobar las condiciones en las que estaban en la residencia fonsagradina, después de un informe de los servicios sociales municipales, tras recibir una denuncia anónima por supuestos “malos tratos”.
Política Social recuerda que el cierre cautelar de las viviendas comunitarias y el traslado de los residentes se ordenó "inmediatamente después de que la inspección de Servicios Sociales" recibiese ese informe municipal de A Fonsagrada “sobre posibles irregularidades”.
"Los inspectores de la Xunta se desplazaron de forma inmediata a las viviendas comunitarias para corroborar" los hechos denunciados, de los que ha dado traslado "a la Guardia Civil y a la Fiscalía, por su pudiesen ser constitutivos de ilícito penal".
Fuentes hospitalarias explicaron a Europa Press que los 29 usuarios de la residencia privada de A Fonsagrada se encuentran "bien" y permanecen en una planta de este centro. Solo tres de ellos están hospitalizados.
En el Hospital Universitario Lucus Augusti estos mayores "son atendidos de forma continuada por personal sanitario y no sanitario", han destacado las mismas fuentes.
