Un refugio en el bosque para los mayores

El lunes abrirá sus puertas en Penarrubia un centro geriátrico de 12 plazas, hecho con unas 100 toneladas de madera de pino norte

Inauguración de la casa de mayores Penarrubia. XESÚS PONTE
photo_camera Inauguración de la casa de mayores Penarrubia. XESÚS PONTE

El próximo lunes abrirá sus puertas la casa de mayores Penarrubia, sita en la parroquia de Orbazai, a unos seis kilómetros de la capital lucense. Ofrece 12 plazas para personas que se pueden valer por sí mismas o que tienen una dependencia leve.

Lugo es un municipio con déficit de plazas para personas mayores. Hay una por cada 23 habitantes que tiene 65 años o más. Son alrededor de 900 -un tercio públicas- para los 20.584 lucenses que superan esa edad.

Este centro geriátrico es una iniciativa de las hermanas Núñez Pérez. Mercedes es terapeuta manual, Eva enfermera especializada en geriatría y Ángeles educadora social. Completa la plantilla el hijo de esta última, Jesús, que se encarga de la cocina. Elaborará, según aseguran, platos "con produtos frescos, ecolóxicos e de temporada".

Eva Núñez dice que se pretende generar un ambiente que sea lo más hogareño posible para los usuarios, con "espazos comúns amplos e abertos". Así, el comedor tiene una gran mesa para compartir.

Además del servicio que presta, tan demandado en una sociedad cada vez más envejecida, llama la atención el cuidado proyecto arquitectónico. Su autor, José Angel Carreira Montes, explica que es "como unha casa refuxio no bosque".

A MEDIDA. El inmueble, de unos 500 metros cuadrados de superficie enclavado en una parcela de 6.500, está hecho en madera sostenible, a medida, no prefabricado. Se emplearon unas 100 toneladas de pino norte, procedentes de Finlandia, en su entramado, cubierta, pavimento, vigas o muros de carga.

El arquitecto apunta que la pretensión es que se integrase en el entorno, tanto cromáticamente, con colores ocre, verde y amarillo en sus fachadas, como con los materiales usados, madera y pizarra.

La lámpara que preside la entrada, que asemeja tres hojas de árbol, es obra del artesano Bieito Miranda, que utilizó para fabricarla restos de vigas y rastreles de madera.

En el interior de la casa priman los tonos claros para dar sensación de luminosidad. La planta tiene forma de cruz y el alto techo busca generar, salvando las distancias, "un ambiente catedralicio", según precisa Carreira Montes. Al fondo hay una galería que los usuarios pueden utilizar como "parladoiro". Las ventanas son más bajas de lo habitual para que las personas mayores puedan contemplar el entorno natural si están sentados.

Esta casa de mayores celebró este miércoles su puesta de largo, en un acto al que asistieron la alcaldesa Lara Méndez y los ediles Miguel Fernández y Ana González Abelleira.