El recuerdo de Desirée permanece vivo tres meses después de su muerte

Familiares y allegados se mantienen a la espera de nuevos avances en las pesquisas mientras que la madre, única investigada, continúa ingresada en el módulo de custodia del Hula
photo_camera Homenaje a Desirée Leal, el día en el que habría cumplido ocho años. C.ARIAS

El recuerdo de Desirée Leal, la niña que apareció muerta en su casa de Muimenta presuntamente a manos de su madre –Ana Sandamil, la única investigada por un supuesto delito de asesinato u homicidio–, permanece igual de vivo cuando se cumplen ya tres meses de aquel fatídico 3 de mayo.

Sus familiares y allegados se mantienen a la espera de nuevos avances en una investigación, que continúa en fase de instrucción, y cuyo secreto de sumario fue levantado a principios del mes pasado por la responsable del juzgado de instrucción número 1 de Vilalba.

Los informes preliminares de la autopsia señalaban que la causa del fallecimiento de la menor fue una asfixia por compresión en boca y nariz –presuntamente con una almohada en la que aparecieron manchas de sangre, ya que los restos de antidepresivos hallados en el cuerpo de la pequeña no parecían suficientes como para producirle la muerte–, un extremo que podría confirmarse definitivamente con las pruebas forenses que se han realizado en Madrid y cuyos resultados todavía estarían pendientes de llegar a manos de la jueza.

Además, a lo largo de las últimas semanas se habrían producido algunos movimientos a nivel judicial, ya que según ha podido saber este periódico se han solicitado nuevas diligencias para aclarar y determinar qué personas acudieron al domicilio que Desirée compartía con su madre y su abuela el día de su fallecimiento, ya que al parecer algunos de los sanitarios y vecinos que estuvieron allí presentes y hablaron con los implicados no estarían reseñados en la causa.

Mientras la investigación sigue su curso, la única presunta implicada en la muerte de la menor chairega continúa, tres meses después, en el módulo de custodia de presos del Hula, donde ingresó involuntariamente. Los facultativos del área de Psiquiatría que se encargan de su seguimiento consideran justificada su permanencia en el hospital.

Según fuentes consultadas, la mujer estaría respondiendo bien al tratamiento, incluso tendría recuerdos aislados de los hechos por los que está siendo investigada. Sin embargo, su discurso se estaría viendo alterado por "ideas delirantes", causa por la que no ha entrado todavía en prisión y permanece bajo supervisión médica.

DECLARACIONES. La responsable del juzgado de instrucción número 1 de Vilalba, encargada de la investigación de la muerte de Desirée Leal iniciará la toma de declaraciones a principios del mes de octubre.

Por sede judicial deberán pasar tanto la única acusada, que se negó a declarar cuando la magistrada acudió al Hula el pasado mes de junio, como los testigos y la gente de su entorno, a mayores de los investigadores, peritos y expertos que están en la causa.

"É un monstro e fixo unha atrocidade"
El padre de Desirée, José Manuel Leal, definió este viernes a su expareja como "un monstro". "Non se lle pode chamar doutro xeito a alguén que fai unha auténtica atrocidade cunha nena de sete anos. A miña nena", manifestó emocionado. Recalcó que, por encima de todo, quiere que "se faga xustiza, porque non hai nada que xustifique esta atrocidade". El progenitor asegura que el proceso de duelo está siendo "inhumano tanto para min como para toda a miña familia".

Muimenta
Además, ha querido aclarar que no tiene "nada en contra do pobo de Muimenta", tras la polémica surgida después del homenaje que se celebró en el cementerio de Roupar el día en el que su hija habría cumplido 8 años. "Vivín alí e sei que hai moi boa xente, incluso dentro da súa familia. Entendo que estén aterrorizados co suceso e prefiran non falar ou manterse ao marxe", indicó Leal, precisando que lo que sí le dolió fue "non recibir condolencias nin respaldo das autoridades" de Cospeito.

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