Las rebajas no salvan a un comercio con el lastre de la venta online y mal tiempo

Los descuentos constantes y el uso de la tienda física como mero probador perjudican a un sector en cambio
Un total de 85 locales participan este viernes en Comercio na Rúa. XESÚS PONTE
photo_camera Un total de 85 locales participan este viernes en Comercio na Rúa. XESÚS PONTE

El comercio no levanta cabeza. Las ventas vuelven a retraerse por las malas perspectivas económicas, dañando a un sector que pierde terreno por las compras online. Ni siquiera las rebajas, afectadas por el mal tiempo, han ayudado a paliar la situación.

La campaña de rebajas de verano fue "pésima", según el presidente de la Federación Gallega de Comercio, José María Seijas. "As estatísticas din que houbo un incremento nas ventas, pero no sei onde", dijo y aseguró que, de ser así, fue "imperceptible".

Reconoció que el tiempo no ayudó. Tradicionalmente, en un lugar con un clima como el de Lugo, las rebajas estivales no tienen tanto tirón como las de invierno, pero admitió que este año la campaña fue especialmente ineficaz.

Al margen de las temperaturas, está convencido de que una de las razones por las que las rebajas ya no suponen el "revulsivo" que llegaron a ser es porque "agora duran dende o 1 de xaneiro ata o 31 de decembro". La nueva regulación, vigente a partir de 2012, que permite hacer rebajas en cualquier momento, a libre elección del comercio, resulta a su juicio perjudicial. "Estamos esperando a que estea operativo o Goberno para celebrar unha reunión coa ministra, que temos xa comprometida, para pedirlle que se regulen como se facía antes, coas tempadas de rebaixas ben delimitadas", dijo.

El cierre de locales comerciales en el casco histórico se explica por el precio de los alquileres y la apuesta por la venta online

A la posibilidad de un descuento constante -que sorprende al consumidor y produce una competencia desigual entre el pequeño comercio y el grande, capaz de comprar en cantidades y por tanto en rebajar más a menudo- se suma la venta online, que para el sector se está presentando como un lastre y una oportunidad, simultáneamente. "Non é algo que poidamos cambiar, senón que temos que subirnos a ese carro, hai que chegar ao cliente e hai que estar nas redes sociais, de xeito que cando alguén busque un producto aparezca a túa tenda", apunta el presidente de los comerciantes.

Admite que las tiendas de Lugo no son ajenas al fenómeno de probar y no comprar, a que los consumidores utilicen ese espacio físico como mero probador, para ver si una prenda les gusta y qué talla necesitan, y luego buscarla por internet en busca del mejor precio. Seijas, propietario de una perfumería, asegura que el suyo es un sector donde ese comportamiento se observa a menudo. Como solución propone asegurarse de que la tienda de uno aparezca entre las búsquedas que el consumidor hace en internet. "A xente busca o produto e non lle importa onde está ese comercio. Ao mellor haino ao lado da casa e eso teñen que sabelo", dice y recuerda que la federación está promoviendo la cursos para que los comerciantes se formen en venta online y uso estratégico de las redes sociales.

Sobre la desaparición de algunas tiendas del casco histórico, no descarta que, además del precio de los alquileres, también influya el interés por fomentar el comercio electrónico. Cuando a principios de agosto cerró Pull and Bear en la Rúa da Raíña, se contempló como la confirmación de que Inditex tenía una estrategia clara: reducir las tiendas físicas a los centros comerciales, donde no paga alquiler o el que paga es mínimo, y centrarse en la venta online.

Pese a todo, Seijas cree que la tienda física tiene que seguir existiendo y no solo como mero lugar para probarse cosas o como receptor de pedidos erróneos, sino como motor de la ciudad. "Sin o comercio non hai cidade", dice.

A su juicio, la revolución que sufre el sector es similar a otras del pasado, aunque quizás más profunda y de mayor envergadura. Recuerda, por ejemplo, cuando el pequeño comercio empezó a enfrentarse a la existencia de grandes áreas comerciales y todos los pasos que tomó para adaptarse a una nueva forma de comprar. "Por exemplo, desapareceron os mostradores", señala. La distancia entre vendedor y cliente se acortó y la posibilidad de pasear con calma por el interior de un establecimiento se materializó.

"O que non ten ningún sentido é pensar que podemos ir en contra dos desexos dos clientes. Van buscar os produtos por internet queiramos ou non", insiste.

COMERCIO NA RÚA. Seijas alabó iniciativas como la del Comercio na Rúa, promovida por la Asociación de Autónomas. Precisamente uno de los objetivos de esa actividad es animar al consumidor a acercarse al pequeño comercio. Marta López, presidenta del colectivo, reconoció en la presentación que al cliente puede costarle acercarse al comercio de proximidad, entrar y preguntar. Sacar los productos a la calle pretende reducir esa distancia y facilitar el intercambio comercial.

Recién acabadas las rebajas de verano, la cita del viernes puede verse como una extensión de esa campaña, pero Marta López recordó que en esa jornada no solo habrá descuentos en productos de la temporada que ahora acaba sino también de la de otoño-invierno, con lo que se dará la oportunidad a los consumidores de hacerse con prendas que puedan necesitar en los próximos meses "con interesantes descuentos".

También defendió la necesidad de que el comercio de proximidad se implique en iniciativas novedosas que ayuden a movilizar al comprador y a acercarlo. Por su parte, el concejal de desarrollo local, Mauricio Repetto, recordó que esas actividades "ponen en valor" un sector clave como ese, mientras que la portavoz de la Diputación, Pilar García Porto, insistió en que los lucenses podrán hacerse con "grandes productos a prezos excepcionais" y recordó que las compras en la calle es algo con lo que todos los gallegos están familiarizados porque recuerda al comercio "nas feiras".