LUGO. La carretera LU-P-3601, que es la principal vía de enlace entre Negueira de Muñiz y A Fonsagrada y está cortada desde la madrugada del domingo por un derrumbe, tardará en reabrirse varias semanas, según las estimaciones del gobierno local. La Diputación de Lugo, titular de la vía,
aún no pudo empezar los trabajos de desescombro al no disponer aún de un lugar para depositar las piedras y la tierra, y porque debe buscar una empresa especializada en esas tareas.
Sobre ese plazo de varias semanas, el alcalde de Negueira de Muñiz, José Manuel Braña, señaló el lunes que el material que ahora bloquea el paso en el vial se podrá retirar en cuestión de pocos días, pero llevará más tiempo estabilizar la pared que se vino parcialmente abajo el fin de semana, una labor que ve inexcusable para garantizar la seguridad de los vehículos que transitan por la zona.
Admitió que ese corte viario es «engorroso» para los vecinos, ya que desde que se produjo el derrumbe, que no dejó heridos, hay que usar como alternativa la carretera LU-P-3602, que pasa por Pieiga y Vilaseca, junto al río Navia, algo que implica recorrer una mayor distancia. En concreto, José Manuel Braña explicó que por ese desvío el trayecto a A Fonsagrada «se alarga unos cinco o seis kilómetros, y eso supone unos diez minutos más de coche». No obstante, recalcó que al existir esa vía alternativa no habrá problemas con servicios o suministros.
«Eso hay que arreglarlo bien. Hay que sanear la zona porque es un talud muy alto. No se puede despejar solo la vía, hay que ver cómo está lo que no cayó», insistió, y añadió que trabaja codo con codo con la Diputación para solucionar cuanto antes esta incidencia.
TERRENO PIZARROSO. Una de las dificultades para actuar es que se trata de un terreno pizarroso, inestable por las lluvias de las últimas semanas. Así lo explicó el responsable del vías y obras de la Diputación, Manuel Martínez, quien explicó que técnicos de la institución estuvieron el lunes en la zona para analizar la mejor solución, redactar un proyecto de obra y estimar cuántos fondos serán necesarios para costearla.
El también alcalde becerrense confirmó que los trabajos no empezaron el lunes por los problemas para habilitar un vertedero al que llevar los escombros. «Pódese retrasar ese trámite, porque se estivese en Rede Natura necesitariamos permiso de Medio Ambiente», alertó. También informó de que la empresa que asume las tareas de conservación viaria en la zona no dispone de la maquinaria necesaria para las labores de desescombro, por lo que habrá que recurrir a otra.
Pese a esos hándicaps, Braña y Martínez confiaban en que los trámites se agilizasen en lo que quedaba de jornada para empezar este martes mismo estas obras de urgencia.
