La reacción de dos compañeros salvó al cazador atacado por un jabalí en Baleira


Llevaron al herido hasta cerca de Lugo, donde lo recogió una ambulancia

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photo_camera Varios jabalís. ARCHIVO

"Foi un accidente con sorte, aínda que as dores foron moi fortes». Así define una familiar la situación vivida por Óscar Díaz Gómez, el cazador que sufrió graves lesiones el jueves al ser atacado por un jabalí herido en Baleira.

La inesperada arremetida del animal pudo costarle la vida a este vecino de la parroquia de Santalla, en Ribeira de Piquín. La rápida actuación de dos compañeros de cuadrilla fue esencial para evitar un trágico desenlace. Lo socorrieron de inmediato y lo trasladaron desde un monte de la parroquia de Queirogal, donde se produjo el percance, hasta Bascuas, un núcleo de Castroverde ya limítrofe con Lugo, donde lo recogió la ambulancia que lo llevó al Hospital Lucus Augusti.

Los cazadores habían recogido a los perros y daban por terminada su habitual batida de los jueves cuando sintieron un rugido. Óscar Díaz, de 43 años de edad, salió del coche, al igual que otros compañeros, y un jabalí herido en una pata se abalanzó sobre él, cuando se encontraba totalmente indefenso.

El animal le causó heridas abiertas en las dos piernas, en un tendón del codo y otra en la espalda, a la altura del pecho. «Óscar agarrouno pola cabeza para tratar de zafarse do ataque e, xa ferido, achegouse á emisora para chamar aos compañeiros», asegura esta familiar del accidentado.

Óscar Díaz fue auxiliado casi de inmediato por dos compañeros de su cuadrilla, que se encontraban en las inmediaciones del lugar del siniestro. «O Ferreiro e o Ramiro foron na súa axuda. O seu apoio foi moi importante para salvarlle a vida», afirma esta fuente familiar.

Eran las siete de la tarde y se iniciaba una carrera contrarreloj para contactar con la ambulancia en el trayecto hacia Lugo. La ten sión era palpable ante la aparatosidad de las heridas. La del torso causaba especial preocupación a los compañeros de Óscar, ante la posibilidad de que le afectase a las costillas o a un pulmón, algo que por fortuna no sucedió.

El herido, que es un gran aficionado a la caza desde niño, fue sometido a una larga operación en el Hospital Lucus Augusti, que se prolongó desde las once de la noche hasta las tres de la madrugada. Los médicos le retiraron uno de los dientes del jabalí, que tenía clavado en una pierna, y le hicieron una intervención en una rodilla. Tras salir del quirófano, el cazador fue trasladado a planta y se recupera con normalidad, "aínda que está moi mallado, con bastantes molestias", agrega esta familiar.